Luego de que el Smata hiciera su parte del acuerdo expulsando del sindicato a un delegado de Iveco, Puddu, la patronal decidió iniciarle el pedido de desafuero para dejarlo listo para el despido.

La agresión contra los delegados opositores se vivió en forma dramática cuando el lunes 23 de noviembre por la noche dos delegados de la burocracia apalearon a un delegado opositor de VW dentro de la propia empresa (sin que ésta aún hoy abriera la boca) porque el compañero difundía entre los trabajadores un artículo de La Voz del Interior sobre la situación de Puddu y dos delegados de la UOM que también fueron expulsados de su gremio por la burocracia del juecista Varas.

Los ataques a los delegados opositores en el Smata y la UOM se producen en el mismo momento en que afloran las “sublevaciones” contra la burocracia. En Córdoba este proceso ha cobrado notoriedad en docentes, empleados públicos, municipales, la UTA. Por lo tanto, la defensa de los cuerpos de delegados, de la representación directa de los mandatos de las asambleas de base, es una cuestión de estado para el movimiento obrero y popular de conjunto.

El ataque a los delegados del Smata y la UOM (así como las amenazas de suspensiones y sanciones a los activistas de los hospitales) son una acción combinada entre patronal y burocracia con el objetivo de imponer los planes antiobreros en los lugares de trabajo, y en forma más general descargar la crisis sobre los trabajadores.

En el caso de Iveco en particular, el pedido de desafuero coincide con la pretensión de la patronal de dejar en la calle a los veinte trabajadores efectivos que están suspendidos desde principio de año. La patronal lo hace preparándose para una “reactivación” como resultado de beneficios fiscales acordados con los K, quiere aprovechar para ir a fondo en la liquidación de derechos laborales y aumentar aún más los ritmos de producción.

Impulsamos una campaña en todo el movimiento obrero y popular por el pronunciamiento masivo y la lucha por la anulación de las expulsiones a los delegados de la UOM y del Smata, y por la inmediata incorporación de los trabajadores suspendidos de Iveco. Exigimos la convocatoria a elecciones de delegados en VW (los dos agresores tienen el mandato vencido) y la expulsión de los patoteros del sindicato.