Sindicales
8/5/2014|1313
Del 17 de octubre al “Frente de Izquierda, herramienta definitiva”
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RAQUEL BLAS, ATE MENDOZA
Compañeros: en primer lugar, yo quiero que recordemos -y recordemos con convicción y con esta lucha de hoy- a tantos dirigentes y trabajadores que han dejado su vida en el mundo y en este país para que nosotros hoy tengamos algunos de los derechos que tenemos. Desde nuestros tatarabuelos -quizá socialistas o anarquistas-, que llegaron con todo el peso de la guerra, del ajuste, de la represión, a construir una alternativa distinta y dejaron su vida en luchas obreras que fueron históricas. Pasando, compañeros, por el 17 de octubre de 1945: ese gran (y yo digo que aquí queda claro que se terminó, se terminó para la clase trabajadora argentina la alternativa del Partido Justicialista como opción en este país), ese 17 de octubre que fue un gran piquete, compañeros, construido en las recorridas de las fábricas, en los cortes de calles y en la toma de la Plaza de Mayo en busca de una representación y de alguien que se pusiera al frente de la lucha de los trabajadores. Continuando, compañeros, con las resistencias a las dictaduras que dejaron miles de compañeros, sangre, litros de sangre de compañeros peleando en contra de la dictadura. Y llegamos, compañeros, y llegamos a ese año donde todos cantábamos “que se vayan todos, que no quede ni uno solo”. Y salimos a la calle y se fueron todos, compañeros, y después volvieron todos, se quedaron todos y nos empezaron a cagar de nuevo.
Hoy, compañeros, estamos atravesando por un momento terrible en materia de ajuste. Uno de los peores ajustes está recayendo sobre la espalda de los trabajadores. Las cosas que no vemos, compañeros, que no se dicen, pero hay miles y miles de trabajadores procesados, presos, desaparecidos por luchar. Miles de mujeres que están pasando por la misma situación. Miles de jóvenes que están dejando su vida a manos del gatillo fácil.
Compañeros, no va a alcanzar con que ganemos una lucha sectorial. Eso puede ser una luz, puede ser un paso, puede ser un pequeño andar. Pero hoy tenemos una responsabilidad mayor. En estos contextos de ajuste -como bien dijo el “Polo”- esto cierra con represión. Y a eso, compañeros, se lo combate. Pero no nos podemos conformar con eso. El otro día, yo viví algo que no viví nunca, que fue entrar con alegría en la Legislatura provincial; que fue sentirme orgullosa de acompañar a compañeros legisladores provinciales, porque no los sentía legisladores, los sentía mis compañeros trabajadores y obreros que estaban ahí igual que yo para ocupar ese lugar y dar la lucha que tenemos que dar.
Compañeros, hoy no alcanza con la resistencia, estamos para más. La clase trabajadora argentina tiene que terminar de construir su representación política. No podemos seguir delegando en las alternativas del PJ, en todas las del PJ: en la de Scioli, en la de Kirchner, en la de Massa; en las alternativas de la centroizquierda, compañeros, de Cobos, de Unen; en las alternativas que se dicen nada, que parecen de izquierda pero no están ni en un lado ni en el otro.
Compañeros, hoy tenemos una obligación histórica como trabajadores, más allá de las identidades particulares, políticas, que tengamos cada uno. Hoy está en marcha la definitiva construcción de la herramienta política de la clase trabajadora para tomar el poder, compañeros, en cada uno de los municipios, en cada una de las provincias y en el país. Y eso, compañeros, es el Frente de Izquierda y de los Trabajadores (aplausos). Y lo digo por primera vez en mi vida, con orgullo, y tomando esta definición y tomando el compromiso, compañeros, de que vamos a hacer realidad esto de que lo que no haga la clase trabajadora conduciendo, dirigiendo y ocupando los lugares lo vamos a perder con la sangre, compañeros. O nos ponemos al frente y somos la cabeza de un proceso revolucionario o nuevamente vamos a seguir pagando con la vida de 30.000 compañeros desaparecidos. No podemos, no debemos, no tenemos tiempo. El tiempo es ahora, y el compromiso lo estamos sellando acá.