Sindicales

26/5/2017

Denuncian envenenamiento radiactivo de dirigente gremial


El diario Ambito Financiero (26/5) ha revelado que el secretario adjunto del sindicato de Luz y Fuerza de Zárate (nucleado en Fetera), Damián Straschenco, sufrió un intento de envenenamiento a comienzos de mes con material radiactivo debido a una adulteración intencional de una botella de agua de su propiedad.


 


El trabajador fue  rápidamente hospitalizado y se encuentra sometido a estudios. La causa judicial ha sido caratulada como “intento de homicidio”.


 


El hecho, inédito en la historia nuclear argentina, ocurrió en Atucha I, y es doblemente grave debido a que para la consumación del hecho debieron violarse todos los protocolos de seguridad.


 


El trabajador en cuestión realizó su día normal de tareas (administrativas), que no incluyen contacto con fuentes de radiación, ni sistemas con agua del reactor, ni nada parecido. Todos los elementos y sistemas con posibilidades de contener radiación son confinados a una zona de la planta “radiológicamente controlada”, zona que como su nombre lo indica es altamente vigilada ya que es un principio fundamental de la actividad nuclear (de generación, investigación, etc.) que la radiación nunca tenga la posibilidad de llegar al público general. Este compañero no tiene autorización para pasar por las múltiples barreras que habilitan el acceso a esta zona. Sin embargo, al salir de la central, donde también es rutinario que todos los trabajadores (hayan trabajado en la zona controlada o no) se midan para asegurar que ninguna radiación escape del sitio, hizo sonar todos los detectores de actividad.


 


Más allá de las especulaciones sobre quién y con qué motivo pudo haber perpetuado este atentado, el hecho puso en alerta a todos los trabajadores de las dos Atucha. No sólo porque se atentó contra un compañero, sino porque  el hecho de que agua del reactor pueda llegar a salir de la zona controlada viola, como dijimos, el principal fundamento de la seguridad nuclear. Desde nuestra posición de trabajadores (de Luz y Fuerza y del sector nuclear) repudiamos ambos aspectos del hecho, el atentado y el sabotaje, entendiendo que es inadmisible que esto ocurra.


 


Reclamamos la investigación de los hechos y el castigo a los responsables.