Sindicales
16/9/2004|868
Derrota de la burocracia en la provincia de Buenos Aires
Seguir
La elección en Buenos Aires fue una revolución. La burocracia perdió en las principales seccionales, aquellas en las que se concentra el grueso de la docencia -en algunas por paliza-. La burocracia de Yasky fue derrotada en los seis Sutebas de oposición (Marcos Paz, La Plata, Bahía Blanca, General Rodríguez, Lomas de Zamora y General Sarmiento), pero además fue barrida en La Matanza (el sindicato más grande de Ctera), en Quilmes, Berazategui, Escobar, Esteban Echeverría-Ezeiza y Mercedes; perdió en distritos importantes dentro de una seccional, como Hurlingham, o tuvo una diferencia de un puñado de votos, como en Mar del Plata.
La derrota quebró, también, a los socios de Yasky: los azules y blancos, de la CCC, que salvaron a la Celeste de perder el Suteba en el 2003. La Azul y Blanca perdió en sus principales distritos.
Con los pies bien instalados en las seccionales más numerosas, la Violeta-Rosa-Roja le arrebató a la Celeste casi el 40 por ciento de los votos, a pesar del fraude de la burocracia en el interior.
Una nueva etapa
Es la tercera derrota importante de la burocracia. Primero fue el “Sutebazo” del año pasado. Luego, los triunfos en Rosario (segundo sindicato más grande de Ctera) y San Lorenzo, en Santa Fe. No se trata de un “voto castigo”; es la búsqueda consciente de las bases docentes de sacarse de encima a una burocracia completamente agotada.
El triunfo tricolor en la provincia de Buenos Aires está unido a la crisis de la FEB, en la que fue desplazado su presidente (Martín), por aceptar los 26 pesos miserables que acordaron Solá y el Suteba.
El mandato de los miles de votos obtenidos por la Violeta-Rosa- Roja es que la oposición asuma sin temores su responsabilidad: organizar un plan de lucha provincial por el salario hasta hacer recular al gobierno.
El Plenario Provincial de De legados convocado por los Sutebas de oposición para el próximo sábado 2 de octubre adquiere una importancia que no se puede dejar pasar.