José Rodríguez logró perder en Ford, la terminal más importante del Smata, a pesar de ir en lista única, en las recientes elecciones del sindicato.

El voto en blanco superó los mil sufragios, contra algo más de 800 en favor de la lista Verde, la única oficializada en esta seccional. Este resultado se produjo a pesar de la intimidación de la interna y del aparato que ‘controlaba’ las urnas, y que se esforzó por ‘marcar’ a los votantes estableciendo el uso de un sobre casi transparente, que permitía distinguir si había o no boleta. Algo que parece generalizarse, porque en las recientes elecciones gráficas se votó con sobres de características similares, que dejaban ver el rabioso Verde o Naranja de las boletas.

Si el voto en blanco pudo imponerse aun en estas condiciones, fue por el carácter de masas del repudio a la burocracia. Ninguna corriente organizada había llamado a votar de esta manera.

Fue una odisea poder reconstruir estos resultados, no ya para Prensa Obrera, sino incluso para el trabajador de Ford, a quienes se les ha ocultado celosamente el resultado completo de la votación.

Hubo secciones enteras que votaron en blanco y contingentes importantes de compañeros más nuevos que simplemente se abstuvieron.

Las cifras que nos proporcionaron los compañeros de base que entrevistamos, indican que Rodríguez habría sacado el 18% de votos del total de la fábrica, un porcentaje que se maneja en la línea de producción, es decir que hubo un mayoritario número de abstenciones.

Una fracción de delegados que no integra la interna votó en blanco, e hizo correr esta tendencia de voto entre los compañeros, aunque no haya llamado públicamente, y es la que permitió constatar los resultados que demuestran la veracidad de la derrota de Rodríguez.

El comentario en fábrica es que Rodríguez ‘se borró’  de la Ford y que está entregando el gremio. Algo significativo, porque tiempo atrás los burócratas recorrían las líneas diciendo que el convenio Fiat-Smata era para ‘crear’ fuentes de trabajo y que no afectaría a los trabajadores con mayor antigüedad.

Ahora, después de firmar cuatro convenios negreros, uno peor que otro (GM, Fiat, Toyota y Chrysler), cuando se viene encima la aplicación de la flexibilidad para los viejos trabajadores de Sevel, y cuando faltan días para la renovación del convenio en Ford y VW, justo ahora, no recorren ninguna planta ni dicen más nada. La burocracia prepara otra entregada.

Los trabajadores lo intuyen, por eso el voto en blanco, por eso la crisis en el cuerpo de delegados, el mismo proceso que maduró en Córdoba en dos listas opositoras.

Están dadas las condiciones para quebrarles el brazo a la patronal y a la burocracia.

Un plan de lucha de las principales terminales del país daría por tierra con el convenio Fiat-Smata. Luchemos por asambleas generales de fábrica en todo el gremio mecánico, agrupemos delegados y activistas en esta perspectiva. Ciadea, Ford, Thompson Ramco, Transax, Mercedes, VW y Sevel, repudian el convenio Fiat-Smata. Unidas triunfan