Sindicales

2/8/2021

Puerto General San Martín

Derrumbe de una celda de granos en la aceitera Bunge, dos obreros heridos

Los accidentes laborales en el cordón industrial del Gran Rosario son moneda corriente.

Alrededor de las ocho de la mañana, dos trabajadores resultaron víctimas del derrumbe de una celda de granos en la planta de la multinacional Bunge en Puerto General San Martín. “Al momento de producirse el derrumbe, las víctimas se encontraban en una cabina lindera al silo que terminó por desplomarse y quedaron atrapadas por una montaña de cereal” (La Capital, 2/8).

Uno de ellos fue trasladado inmediatamente en helicóptero al Sanatorio Parque de la ciudad de Rosario, y el otro, luego de cuatro horas de intento de rescate. Según la periodista de la zona, Julieta Carnevale, esa celda había sido reparada hacía dos meses. Los accidentes laborales en el cordón industrial del Gran Rosario son moneda corriente.

 

Además del trabajador aceitero, Guillermo Fabián Cardoni, que falleció el año pasado en Vicentín San Lorenzo aplastado por una pala mecánica, tuvieron lugar otros “accidentes” importantes en la zona: la tremenda explosión en Terminal 6, un incendio en los polvorines de Fábrica Militar de Fray Luis Beltrán y la muerte por aplastamiento de un camión en la propia Bunge que se cobró la vida de un chofer.

Las muertes obreras en el cordón industrial del gran Rosario y los recurrentes siniestros son la mayor expresión de lo obsoleto de los comités mixtos puestos en marcha desde el 2009 por el Partido Socialista cuando gobernaba la provincia y presentados como la solución definitiva a los problemas de la “seguridad laboral”.

La discusión empresa por empresa de las condiciones de trabajo es una factor de disgregación de la organización obrera funcional a las patronales y a los intereses de las burocracias que, paritaria tras paritaria, dejan pasar el problema de fondo. En empresas como Vicentín San Lorenzo, donde se trabaja con equipos obsoletos y es retaceado de mantenimiento, las paradas y accidentes son recurrentes.

 

Por su parte, el gobierno del Frente de Todos en Santa Fe, con el aval de todos los bloques políticos patronales, viene de concretar la adhesión a la Ley macrista de ART. Con esta ley, las aseguradoras consolidan un gran negociado basado en la no inversión en seguridad y prevención y en el no reconocimiento de muchísimas enfermedades profesionales que se originan a la vez como consecuencia de esto.

La situación de vulnerabilidad a la que son expuestos las y los trabajadores por la falta de condiciones de seguridad laboral adecuadas, exige la creación de comités obreros de seguridad e higiene con poder de veto que permitan, entre otras cosas, el control de los ritmos de producción y las condiciones de seguridad por parte de los trabajadores. En un plano más general, está planteada la necesidad de un congreso de delegados de base de todos los gremios, que rompa la contención de las burocracias sindicales subordinadas a los gobiernos de las ART y las patronales explotadoras.