Los obreros del ingenio Tabacal han salido a la lucha para reclamar el pago de los salarios de los últimos tres meses. Con el apoyo del vecindario cortaron la ruta que une Yrigoyen con Orán y realizaron una marcha de más de 10 km. También se ha formado un comité de mujeres que se encargan de juntar los fondos para una olla popular, en especial mediante el cobro de un “peaje”.

La patronal ha declarado que sólo si el Estado Nacional le otorga un crédito por 20 millones de dólares podrá pagar las deudas y realizar la próxima zafra. El gobierno de Ulloa, el PJ, la UCR, el obispado de la zona y la dirigencia de los sindicatos del ingenio del surco, se han alineado con este reclamo. Entre los trabajadores existe gran confusión, pues avalaron la posición de la burocracia de gestionar un crédito para la patronal, pero a su vez también existe gran desconfianza, expresada en el hecho de que se votó que si llega algún crédito, su utilización debe ser controlado por los propios trabajadores, para evitar lo que ocurrió hace dos años, cuando el ingenio recibió un importante crédito del Banco Provincia de Salta (crédito que nunca fue devuelto) del cual los trabajadores no vieron un peso.

En esta situación el único camino para lograr el cobro de las deudas y asegurar el mantenimiento de la fuente de trabajo, es extendiendo y profundizando la movilización. Una demostración que la lucha comienza a dar resultado se vio en el hecho de que, ante la disposición de mantener el corte de la ruta e incluso enfrentar a la gendarmería que había sido enviada a reprimir, el Ministerio de Trabajo se vio obligado a enviar un subsidio de 300 pesos por trabajador. Como parte de esta lucha y junto con el reclamo de pago de las deudas salariales y la defensa de la fuente de trabajo, es necesario plantear la apertura de los libros para ser investigado por un comité obrero elegido en asamblea, y así sacar a la luz los negociados y superbeneficios de la empresa, realizado a costa del hambre y la superexplotación obrera.