El pasado 31 de enero, mediante la modalidad de no renovación de contratos, la intendenta  Mayra Mendoza despidió a 31 trabajadorxs pertenecientes a distintas áreas de la municipalidad. La reacción de lxs trabajadorxs fue rápidamente iniciar los reclamos.

Los derechos de la mujer solo para la tribuna

Resulta ser que en su mayoría se trata de trabajadoras cuyos magros salarios de $15.000 son imprescindibles para aportar a su sustento material. De entre las compañeras despedidas,  algunas se encuentran  en periodo de lactancia; otra trabajadora debe afrontar una importante cirugía; y otras están atravesando la superación de graves casos de violencia de género. Nada de esto conmovió a la intendenta, quien se llena la boca hablando del derecho al aborto y él ¡Ni una menos!, pero que al frente de la gestión municipal actúa como enemiga de las trabajadoras y sus derechos.

Cuando una de las trabajadoras se acercó a las oficinas municipales para pedir explicaciones fue brutalmente detenida mediante golpes y retirada a la fuerza del recinto esposada. La indignación de este hecho recorrió todo el municipio: una trabajadora era llevada como un delincuente por reclamar contra su despido.

Mayra con los ñoquis de Molina

Mientras lxs trabajadorxs son despedidos sin ningún reparo por otra parte se designan numerosos funcionarios, con salarios  de más de $50.000, que no tienen asignadas tareas que ameriten tal despilfarro: se trata de los bien conocidos ñoquis. Cundo el grueso de la planta municipal cobra unos míseros $15.000 de indigencia.  Por otro lado, la mayoría de los cargos de dirección de la municipalidad continúa en manos de funcionarios de la gestión de Molina. Una de las compañeras despedidas manifestó que “son la basura que persiguió, ataco y bastardeo a cada trabajador municipal”. Mientras otra de las trabajadoras manifestó su desilusión por las medidas de Mendoza.

Derrotemos los despidos

Los despidos de lxs municipales se inscriben en la ofensiva contra los trabajadores que ocurre mientras el gobierno nacional negocia con los acreedores de la deuda. Mayra Mendoza no actúa sola, Fernández reduce los haberes jubilatorios mediante la suspensión de la movilidad; Kicillof posterga el pago del aumento a docente y decreta un aumento mísero a los estatales, cuando cumple en regla con los bonistas privados. El Frente de Todos aplica un mismo rasero desde nación hasta los municipios.

Debemos rodear de solidaridad la permanencia de lxs municipales en sus puestos de trabajo y respaldar su lucha con acciones y una primera gran movilización. ATE Quilmes debe convocar a asambleas y reuniones de delegados para acompañar con todo este conflicto, impulsar un paro y movilización distrital, votar un plan de lucha ante los despidos y todas las demandas pendientes. La derrota de los despidos es posible si tomamos la iniciativa. Vamos por el triunfo de lxs trabajadorxs municipales de Quilmes.