Despidos y persecución sindical en la plástica Mascardi


En el último mes no han cesado los ataques antisindicales y antiobreros del patrón de estancia Roberto Reidy, dueño de la plástica Mascardi. Primero, con suspensiones arbitrarias con argumentos absurdos, luego con el pedido de desafuero de los tres delegados que integran la comisión interna, y ahora con tres nuevos despidos injustificados: en el caso de uno de los trabajadores, a quien se le prohibió el ingreso durante varios días, se lo despide con el argumento de abandono de trabajo.


 


Esto muestra el grado de provocación que maneja el patrón Reidy, quien mantiene una relación muy cercana con el ex ministro de Seguridad, Alejandro Granados, intendente del distrito de Ezeiza donde se encuenta la planta, quien ha puesto, en reiteradas ocasiones, a la policía a su disposición para amedrentar a los trabajadores en conflicto.


 


Los trabajadores de Mascardi rechazaron en asamblea las suspensiones arbitrarias que han aplicado a cinco compañeros de diferentes turnos en el último mes, y llevaron la denuncia al plenario de delegados del gremio. Con la denuncia ya realizada en el Ministerio de Trabajo, los trabajadores preparan una fuerte campaña pública contra la persecución antisindical y los despidos.


 


La patronal radicó una denunica penal e hizo un pedido de desafuero contra los delegados por la ocupación de planta votada en asamblea, en el cuadro de un conflicto abierto por la patronal al despedir a la mitad de la planta, unos 40 trabajadores.


 


El objetivo indisimulado de Reidy es terminar con una organización de fábrica que, justamente, surgió cuando un grupo de trabajadores comenzaron a organizarse sindicalmente para frenar las arbitrariedades enormes que sufrían los compañeros. Así lograron conquistas y pudieron enfrentar duras embestidas patronales.


 


Apoyemos con todo a los trabajadores de Mascardi para quebrar este nuevo ataque. Basta de despidos y suspensiones. No pasará ningún desafuero.


 


Está planteada una respuesta del conjunto de las fábricas plásticas, frente a despidos que se repiten en varias plantas.