El conflicto iniciado semanas atrás por malas liquidaciones salariales entre los trabajadores de la Uocra y la empresa contratista AESA, una de las más importantes que realiza trabajos para YPF, originó el despido de 34 operarios y la suspensión de otros 74. Las tareas que realiza la empresa fueron suspendidas a raíz del conflicto y cuando ayer se iban a reiniciar, un fuerte operativo policial impidió el ingreso de los suspendidos y despedidos y desató una feroz represión contra los trabajadores, repitiéndose la misma situación en el día de la fecha.

El Ministerio de Trabajo de la provincia ataca a los trabajadores que defienden sus puestos de trabajo argumentando que no hay conflicto y que se trata solo de una interna gremial. Cabe recordar que la seccional de la Uocra se encuentra intervenida por la la directiva nacional de Gerardo Martínez que colocó allí a Carlos Vergara, un hombre de su riñon político, a partir de la detención del ex secretario general, el “Pata” Medina, acusado de corrupción.

Lo que parece quedar claro es que los trabajadores que luchan en defensa de sus salarios y contra los despidos se enfrentan también con la Intervención gremial que ha impuesto de hecho una tregua y muchos la acusan de connivencia con las patronales de la región.

Todo esto sucede cuando la desocupación en el Gran La Plata pasó de 9,5% a 10,5% en apenas 1 mes y se habla de nuevos despidos en la destilería de YPF.

Tal ataque requiere una intervención de conjunto y se impone la urgente convocatoria al plenario regional de delegados en Ensenada para votar una acción común en defensa del trabajo y el salario, el Astillero Río Santiago, la educación y la salud.

En este cuadro es más que importante la extensión y el fortalecimiento de la jornada nacional de lucha del martes 24.