Sindicales

20/7/2006|955

Después de la represión a los obreros de la pesca

Las maniobras de Moyano y Palacio

El país entero vio la brutal represión contra los trabajadores de Arhehpez. Sus 80 fileteros fueron el blanco de la Guardia de Infantería, con un saldo de 27 compañeros heridos por balas de goma y garrotazos. Uno se encuentra en riesgo de perder un ojo; una compañera embarazada de siete meses está internada con amenaza de aborto.


La trascendencia nacional, sin embargo, la dio el hecho de que una de las víctimas fue el delegado del Ministerio de Trabajo provincial y ex secretario general de la CGT, “Pepe” San Martín.


Inmediatamente, se realizó una autoconvocatoria de partidos políticos, movimientos piqueteros, organizaciones sindicales, frente a la planta. Entre cánticos por la inmediata liberación de los detenidos, se improvisó un debate público. Allí mismo se discutió entre las diversas organizaciones llamar a un paro general, que se realizó de 18 a 24 horas, luego de la liberación de todos los detenidos. Fue el primer paro regional, luego de 32 años, convocado por la CGT y la CTA. Tuvo un alto acatamiento y una gran aceptación social.


Un solo gremio no llamó a parar ni organizó el paro, el Soip. Confirmó así que su burocracia está comprada por la Cámara Procesadora (Cipa).


Moyano y Palacios


Moyano y Palacios llegaron a Mar del Plata a jugar un cuidado rol. Moyano responsabilizó a los funcionarios policiales actuantes, salvando a los gobiernos “K” de Katz y de Solá.


Prometió “gestionar ante Kirchner el blanqueo de la actividad de la pesca”, un latiguillo de algunas de las listas participantes, la Tricolor y la Azul. Kirchner está hace tres años y no movió un dedo frente a todas las luchas por el blanqueo. Solá, que está hace cinco años, encubre descaradamente las empresas en negro. Muchas de ellas gozan de los permisos de pesca que les dio el propio Solá cuando era secretario de Agricultura de Menem.


El Partido Obrero de Mar del Plata salió a denunciar el salvajismo permanente de la policía contra los obreros “cooperativizados”.


Denunciamos que la saña con que reprimieron a los compañeros de Arhehpez se debe a su rechazo a que los blanqueen con el convenio Cipa-Soip, y su reclamo de que lo hagan con el convenio del ’75.


Responsabilizamos a la cúpula policial puesta en funciones por Solá y su ministro “progresista” Arslanián, como el brazo armado de la flexibilizadora cámara pesquera.


Lanzamos una campaña para que se separe a todos los milicos represores y se le haga juicio político al fiscal Deniro, que no deja de acumular causas contra nuestros compañeros.


Finalmente, redoblaremos los esfuerzos por expulsar del Soip a la camarilla carnera y flexibilizadora respaldando la campaña de la Bordó-Marrón.