Sindicales

26/7/2007|1002

Destituyen a la Interna carnera en Fargo


El 18 de julio, una impresionante asamblea destituyó a la podrida y burocrática Comisión Interna de la fábrica. Era la cuarta asamblea que se realizaba en la planta en menos de un mes. Las tres anteriores habían tenido un común denominador: el repudio y el odio de la base obrera hacia la Interna. Si no fue destituida con anterioridad fue debido a la colaboración que le prestó el sindicato, con el argumento de respetar la “institucionalidad” y los “plazos legales”.


Tribunal popular


El derrocamiento de la Interna no fue un rayo en cielo sereno. La bronca obrera venía de años atrás. El principio del fin comenzó con el rol nefasto que desempeñó la Interna en la gran huelga del 24 al 28 de mayo contra tres despidos arbitrarios y por la equiparación salarial. En ese conflicto (donde hubo represión policial, obreros heridos y detenidos), los delegados desaparecieron y sólo volvieron para… carnerear cuando la mayoría de los obreros aguantaba en un formidable piquete en los portones de la fábrica reclamando la liberación de sus compañeros presos.


Todo el desarrollo de la asamblea constituyó un tribunal obrero contra la Interna. Hubo una catarata de denuncias. Cada uno de los compañeros fue poniendo de manifiesto que era una interna patronal hasta la médula. El momento más emocionante y tenso se produjo al final, cuando un compañero se preguntaba: “¿Cómo puede ser que el sindicato tenga como asociados a ‘delegados’ que en vez de defendernos van, incitados por la patronal, a calumniar y a mentir contra nuestros compañeros por luchar? Yo tengo entendido que los sindicatos se hicieron para luchar contra la patronal y no para reventar a los compañeros. Nunca nos representaron y nos defendieron contra la patronal. Pero esto de ir a los tribunales y hundir a Morales y a Gudiño es imperdonable. Es bajísimo. ¡Tienen que ser expulsados del sindicato y se tienen que ir ya!”. Morales y Gudiño son dos de los compañeros que fueron detenidos durante la huelga de mayo.


Estas simples palabras se llevaron todos los aplausos. Cuando se le dio la palabra a la Interna, se negaron a hablar. ¿Para qué? Ya estaba todo dicho. Inmediatamente se pasó a votar: por unanimidad se votó su destitución. Luego fue todo una fiesta. Los rostros de los compañeros irradiaban alegría. Habíamos ganado otra importante batalla: el derecho a revocar el mandato de nuestros ‘representantes’.


Una nueva etapa


La destitución de la Interna cierra el ciclo abierto por la heroica huelga de mayo. Ese conflicto desnudó la necesidad de darnos una nueva dirección en la fábrica que sirva para organizar e impulsar la lucha por nuestros reclamos. Ahora debemos garantizar la convocatoria electoral y elegir a nuestros nuevos delegados. La futura Interna que surgirá de las entrañas de esta lucha. Y ya nada será como antes.