Los compañeros de La Nación vienen de ser protagonistas de una lucha que ha culminado con un gran triunfo: lograron imponerle a la empresa el otorgamiento de un aumento en los sueldos del 7% para todos los trabajadores, con un mínimo de 250 pesos –incluidos los 130 pesos del gobierno– y una nueva rediscusión del tema salarial en el mes de marzo.

El triunfo se asentó en la unidad sólida entre los trabajadores de prensa y los gráficos, superando todas las presiones patronales con las que pretendieron impedir el accionar unificado (prohibición de realizar asambleas conjuntas, negativa a recibir en una misma reunión a ambas representaciones gremiales), pero la empresa debió rendirse ante la firmeza y la decisión de los compañeros.

Otro elemento decisivo para el triunfo fue la participación masiva de los compañeros de prensa en las asambleas –como no se veía desde hace muchos años– y la disposición a pelear por sus reclamos.

Por su parte, las internas gráficas y de prensa también trabajaron unidas en una intergremial. Convocaron a asambleas por separado y conjuntas que crecieron en masividad y, en respuesta a las presiones patronales, llegaron a hacerse en el hall central del diario, impidiendo el paso hasta de los propios directivos de La Nación. En ese marco se fijó un pedido de aumento de 500 pesos. La decisión de los trabajadores hizo retroceder a la empresa y luego de varios días de negociaciones se obtuvo un 7% de aumento para todos.

A eso, hay que sumarle que el conformado mínimo de aumento es de 250 pesos y así el salario más bajo pasa a ser de 950 pesos. Y en marzo se vuelve a discutir el tema salarial.

En el diario trabajan alrededor de 200 factureros. El reclamo planteado ahora es que se les aumente proporcionalmente el valor de las colaboraciones.