Sindicales

1/6/2023

Dictan conciliación en el conflicto de Coca Cola Córdoba

Cómo se sigue la lucha para ganar y reincorporar los compañeros.

Foto: Javier Sassi.

Después de una semana de paro total de la producción en la planta de Coca Cola, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria, con el acuerdo de la empresa y del Sindicato de Aguas Gaseosas (Sutiaga). El acuerdo se realizó a últimas horas de la jornada del lunes pasado y dispone que los 51 trabajadores que habían sido despedidos por la empresa bajo la excusa de participar en el paro no reingresen al trabajo hasta que concluya la mediación, a la vez que no hace cumplir la ley sindical ante esta práctica patronal desleal.

La conciliación impulsada por el Ministerio de Trabajo resulta a todas luces arbitraria e ilegal; y tiene como objetivo golpear la enorme lucha que vienen desarrollando los trabajadores desde hace meses. La complicidad del gobierno con la patronal es total. En primer lugar, hay que decir que la conciliación obligatoria plantea que se debe retrotraer la situación al momento inicial, y esa cuestión no se cumple totalmente, porque los compañeros siguen cobrando sus salarios, pero no ingresan al trabajo. El Ministerio juega para la multinacional, porque no la intima a dar cumplimiento con la normativa de negociación, y tampoco hace cumplir la ley sindical ante la evidente práctica desleal patronal. No es un ministerio de “trabajo”, que defiende los derechos obreros como marca la ley; es un ministerio patronal.

La tarea sucia del ministerio ha sido pavimentada por la propia empresa Coca Cola. La patronal se dedicó a provocar a los trabajadores. Primero los denuncio judicialmente cuando los trabajadores solo hicieron ejercicio de su derecho al reclamo y a huelga, luego se negó reiteradamente a negociar. Posteriormente, procedió a realizar una campaña de persecución y amenazas, que tuvo como punto más fuerte la comunicación de los despidos, que representan abiertamente actos discriminatorios y antisindicales. Además, la patronal salió públicamente a atacar a las organizaciones sociales, sindicales y políticas de lucha que se acercaron a brindar solidaridad a la huelga obrera.

Toda esta batería anti huelga por parte de la patronal y del Ministerio de Trabajo de Schiaretti, no fue enfrentada por el Sutiaga y la Federación nacional (Fataga). Una huelga obrera significa una acción directa, que hay que fortalecerla desde todos los costados posibles. Cuando la patronal enfrenta la huelga, lo hace con todos los medios que tienen a disposición por su poder económico (medios de comunicación, ministerio, justicia, policía, etc.). Para los trabajadores es fundamental la unidad y la acción que se expresó en el conflicto, pero ello debe ser acompañado con la unidad del resto del movimiento de trabajadores y con la solidaridad del pueblo trabajador.

Fataga, lejos de apoyar la medida de lucha, emitió un comunicado que le hace el caldo gordo a la patronal e intenta aislar la lucha para que sea derrotada. En ese comunicado expresamente se dice: “Fataga manifiesta su preocupación por la situación que se ha generado en la planta de Coca Cola de la Ciudad de Córdoba y rechaza la participación de agrupaciones políticas como el Polo Obrero y representantes sindicales de otras actividades…”. Y pasa directamente al ataque y a la amenaza contra los propios trabajadores diciendo: “Muy por el contrario, esta acción aislada y descoordinada, impulsada por grupos que anteponen sus particulares intereses políticos al bienestar de todos los trabajadores, sólo entorpecen la negociación que esta Federación viene llevando adelante, al tiempo que ponen en riesgo cierto la fuente de trabajo de cientos de compañeros y compañeras”.

La lucha de Coca Cola fue resuelta y ratificada en innumerables asambleas por el conjunto de los trabajadores; para que triunfe es necesario seguir por ese camino y reforzarlo con la más completa independencia política del Ministerio de Trabajo y de la burocracia sindical, y convocando a la solidaridad activa de todo el movimiento obrero ocupado y desocupado. Es fundamental reclamar a Fataga y la CGT un paro general, y convocar un gran plenario obrero de trabajadores ocupados, desocupados y de organizaciones de lucha que despliegue el apoyo de la movilización popular.