Las huelgas provinciales siguen dominando la situación docente nacional, en reclamo de la reapertura de las paritarias por salarios iniciales desde $120 mil actualizados por inflación y el respeto a las categorías y a las condiciones laborales establecidas en los estatutos docentes.

Adosac (Santa Cruz), Atech (Chubut), Unter (Río Negro), Amsafe (Santa Fe) están con paros que van desde las 24 hasta las 72 horas, parte de planes de lucha que ya llevan semanas y en algunos casos hasta meses de continuidad. Ahora se ha sumado Agmer (Entre Ríos), con un paro de 24 horas para el viernes 2 de setiembre.

En Santa Fe, la huelga entró en su quinta semana de paro de 72 horas, arrancados por la docencia en votaciones de la asamblea provincial que derrotaron a Sonia Alesso incluso en sus bastiones, apoyando mociones de la oposición a la celeste santafesina.

Los docentes rionegrinos (Unter) rechazaron por unanimidad la propuesta salarial del gobierno y votaron dos paros semanales de 48 horas, en un conflicto que tiene su origen en paros anteriores al receso invernal.

En ambos casos, pero especialmente en Santa Fe, los gobiernos amenazan con descuentos masivos y sanciones y con la aplicación de la conciliación obligatoria, en una acción de pinza con la burocracia sindical celeste, que actúa en tándem con los gobiernos, jugándose al desgaste del conflicto y a imponer las medidas de los gobernadores. Esta fue la política de la dirección baradelista recientemente electa del SUTE en Mendoza, que planchó con una tregua alevosa el plan de lucha histórico que venían protagonizando los docentes de la provincia, después de una seguidilla de parazos y de la más masiva movilización docente de la historia, para terminar aceptando la propuesta miserable del gobierno de Juntos por el Cambio, que la hizo pasar en plenarios minoritarios y mediante aprietes.

Por el contrario, como lo plantearon les compañeres de Tribuna Docente en Mendoza, lo que está planteado es profundizar las luchas provinciales, con el paro indeterminado hasta quebrar a los gobiernos, y, por supuesto, el paro general de Ctera.

Por su parte, en Chubut, sin acuerdo entre las partes, el gobierno otorgó un aumento de un adicional por decreto sin discutirlo en paritarias. La respuesta de las bases docentes fue el repudio, lo que obligó a la dirección de Atech a convocar un paro de 24 horas, que deberá ser parte de un plan de paros progresivos.

En Entre Ríos ocurrió lo mismo cuando el congreso de Agmer rechazó la propuesta unilateral del gobierno peronista de esa provincia, y, de no mejorarla, va al paro.

En Santa Cruz, hay paro de 48 horas. Allí los docentes vienen realizando medidas de fuerzas hace un mes y es necesario profundizarlas. Después de un mes de paros de 48 horas, donde el gobierno no convocaba a Adosac a mesa de negociación y el resto de los gremios (ATE, Apap, UPCN y Amet) aceptaron ofertas de un 81% anual, Alicia Kirchner convocó a paritaria para el 7 de septiembre.

Y en el día que se escribe este resumen, un parazo arrancado por la base docente a la UEPC de Córdoba y una multitudinaria marcha conmueve a la provincia. Así lo describe el diario La Voz, que señala que “Lo cierto es que la movilización es masiva y que también participan directoras de distintos establecimientos, algo que es inusual. Entre las consignas se destacan el rechazo a la oferta salarial del gobierno -38 por ciento-, el diferimiento de aumentos para jubilados y cuestiones propias de la práctica, como la falta de personal para la atención de niñas y niños con discapacidades” (31/08).

Está planteado reforzar los procesos de lucha y solidarizarse activamente con las provincias. Un triunfo de estas huelgas cambiaría el panorama para toda la docencia nacional.

El reclamo que expresan estos conflictos no se restringe a las provincias mencionadas. Es un sentimiento nacional. En las últimas reuniones de delegados del Suteba de Baradel, restringidas, de carácter solo informativo e impedidas de resolver un plan de lucha, una parte muy importante de la base celeste repudió, junto a los delegados multicolores, el ajuste educativo, la destrucción del salario y la imposición de la quinta hora en la escuela primaria, entre otras reivindicaciones.

¡Vivan las huelgas provinciales! ¡Vamos por su triunfo!

 

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