Karina Moyano era docente de nivel inicial y se encontraba de carpeta médica por neumonía. Durante su licencia por enfermedad fue perseguida por la directora del Jardín Hugo Leonelli de Granja de Funes II, Córdoba capital, a través de audios y mensajes; algunos de ellos circularon profusamente, donde la directora insiste en el hostigamiento laboral a pesar de que Karina cursara una neumonía.

En esa situación de licencia por enfermedad puede verse con más énfasis la persecución laboral que sufrió, pero no era de ahora, se desarrolló desde que Karina tomó la titularidad en el jardín durante el 2022.

El jueves 11 de agosto Karina Moyano falleció de un paro cardíaco, mientras se recuperaba en su casa de la neumonía. El viernes 12, sus compañeras del Jardín Lezama se concentraron para recordarla y exigir justicia.

El hecho causó una conmoción social y particularmente una indignación y desconsuelo generalizado entre la docencia, por lo que el mismo sábado 13 ya se había autoconvocado una movilización para el martes 16 de agosto a las 18 horas en Patio Olmos. Karina había acudido a la Uepc para denunciar el hecho sin que tuviera mayor trascendencia.

La persecución laboral, el hostigamiento y la violación de derechos por parte de directoras/es es moneda corriente en las escuelas. En nivel inicial y primario existe una regimentación mayor. Recaen sobre las maestras todas las presiones que bajan de las Inspecciones para que no falten e incluso no hagan uso de los derechos estatutarios, como las licencias por razones particulares, entre otros y permanentes atropellos diarios.

Estas “medidas” se imponen para sostener un régimen de precarización laboral que es el esqueleto que sostiene el nivel inicial y primario, y constituye una política diseñada por el Ministerio de Educación y avalada por la conducción del sindicato Uepc.

Basta de atropellos. Justicia por Karina. Que Uepc convoque una jornada de duelo y contra el maltrato laboral.

En las próximas elecciones de delegadxs escolares elijamos delegadxs en todos los niveles para que sean un factor de organización del lugar de trabajo y podamos luchar por cada uno de nuestros derechos y no permitir que avance ningún atropello por parte de directivos. Una escuela organizada y un cuerpo de delegadxs combativo son fundamentales para defender los derechos docentes y las condiciones laborales en las escuelas.