La docencia rechazó tres veces la propuesta salarial de pobreza de Schiaretti y Juan Monserrat, secretario general de UEPC. Con la tercera propuesta, un maestro con 10 años de antigüedad cobrará 196 mil pesos recién en junio con los salarios de mayo, contando incluso el incentivo que paga en negro la Nación. Esto cuando la línea de pobreza estuvo ya en marzo en 195 mil pesos, según el centro de almaceneros de Córdoba.

El lunes 10 de abril, la asamblea departamental votó 72 horas de paro y el rechazo generalizado, que se había expresado en el mandato de 18 departamentos de la provincia de Córdoba. Al cabo de algunas horas, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria.

La medida fue pactada con la conducción Celeste para levantar la lucha docente, luego de que fuera el propio Juan Monserrat quien halagara en todos los medios de comunicación las bondades de la tercera propuesta, la cual había sido “construida” junto con la mesa negociadora gubernamental. De hecho, defendió como buena la propuesta del Ejecutivo, contra lo que resolvieron la mayoría de las asambleas docentes en toda la provincia. “Si hacemos que los docentes cobren lo que ellos quieren, el gobierno debe mandar una nueva ley de presupuesto a la Legislatura”: no es un exabrupto, es la confesión de su impotencia y su política abiertamente patronal, del lado del gobierno, contra los docentes.

La conciliación obligatoria es trucha e ilegal. El Estado es juez y parte, nos hacen levantar el paro y no devuelven los descuentos. No hay igualdad alguna. Se trata de un intento de salvataje a una burocracia sindical demolida por su propia política, luego de años de entregar los reclamos docentes, fruto de su integración al gobierno provincial y nacional.

La docencia que se moviliza y lucha comprendió hace rato que para recuperar nuestro salario hay que echar a Monserrat y la Celeste. Vamos con el reclamo de 200 mil pesos de inicial, votado por las bases de más de 600 delegados en Capital y otros departamentos. Fuera la mesa negociadora, paritarios electos por los docentes.

El camino de la lucha que ha impuesto la docencia es el método para ganar este conflicto. Y esto es antagónico a los intereses de la burocracia sindical que representa Monserrat. Por eso, para recuperar nuestro salario, nuestra jubilación y nuestras condiciones de trabajo hay que desplazar a la Celeste de UEPC. Conformar una lista de unidad de las escuelas y el conjunto de la oposición, con un programa independiente y de lucha, es una tarea que la docencia empezó a asumir y a desarrollar. El próximo sábado 15 de abril tendrá lugar el segundo plenario abierto para trabajar en esta perspectiva.

https://prensaobrera.com/politicas/transformar-la-bronca-popular-en-una-alternativa-de-la-izquierda-y-los-trabajadores