El 22 de septiembre la docencia porteña dijo basta. La resolución ministerial que estableció el trabajo los sábados fue la gota que rebalsó el vaso de un gremio que cobra salarios por debajo de la línea de pobreza, que cada vez más se ve forzado a trabajar mañana, tarde y noche y que viene soportando un ataque tras otro por parte de la ministra Acuña. El paro del jueves con más del 90% de acatamiento y con semaforazos, cortes y movilizaciones por toda la ciudad mostró que tenemos la fuerza para ponerle un freno a la política antieducativa del gobierno.

El gran desafío que tenemos es superar la división que imponen las burocracias sindicales y discutir la continuidad de un plan de lucha unitario por todas nuestras reivindicaciones.

La situación material de la docencia

Según la Dirección de Estadísticas de la Ciudad, una familia necesito en agosto $121.159 para no ser pobre y $65.738 para no caer en la indigencia. Pero un preceptor del nivel medio cobró $65.000 y una maestra celadora de nivel inicial $66.600. La consecuencia de esta miseria salarial es obvia: hace falta trabajar dos o tres cargos para vivir. El mito de “trabajan cuatro horas” terminó de hundirse tras años de acuerdos salariales a la baja.

Es este cuadro de sobreexplotación el que explica el rechazo macizo de la docencia a trabajar los sábados. La posibilidad de que finalmente los sábados sean optativos, con un plus salarial, no cambia la esencia del problema. Porque se avanza en una forma de trabajo a destajo donde para compensar la destrucción salarial cada vez tenemos que entregar una parte mayor de nuestras vidas. En la misma línea están los cargos creados con la reforma del estatuto, que oportunamente denunciamos como una reforma laboral. Reclamamos que los fondos que el gobierno pretende destinar a los sábados se usen para una mejora salarial para el conjunto de la docencia.

Una ministra “militante”

Soledad Acuña se la pasa hablando contra la militancia y la ideología en las escuelas. Pero es ella la que tiene una actitud “militante” contra la docencia y contra la educación pública. Quien vulnera el derecho a la educación es Acuña negándole una vacante a más de 60 mil familias, expulsando a los mayores de 22 años de la educación especial, cerrando las jornadas simples y mandando a los pibes de secundaria a laburar gratis.

Más aún, ¿quién es responsable de que los chicos no hayan tenido clases el jueves pasado? Es la ministra, que inició un conflicto con la docencia en función de su propio interés político. Llamamos a toda la comunidad educativa a reflexionar sobre este punto: quien promueve el conflicto es el gobierno que ha hecho del ataque a las y los docentes un eje de campaña.

Las tomas que se están desarrollando en varias escuelas secundarias son también una forma de decir basta de maltrato a la educación. La defensa del derecho a la educación está en manos de docentes, estudiantes y familias.

La correlación de fuerzas sí da

La masividad del paro del 22, además de golpear al gobierno, puso en un brete a la burocracia celeste de UTE. La dirección de UTE apostaba a licuar la reacción docente convocando plenarios divididos por nivel a lo largo de varios días. La instalación de la asamblea de Ademys y el mandato de paro que emergía de las escuelas forzó a la burocracia a recolocarse, adelantando los plenarios y sumándose al paro impulsado por la conducción multicolor de Ademys.

Pero lo más importante es que el parazo del jueves mostró que la docencia tiene fuerzas de sobra para enfrentar la ofensiva reaccionaria de Larreta y Acuña. No nos dejamos engatusar con el verso de que “la correlación de fuerzas no da” con el que la conducción kirchnerista de UTE renunció a todas las luchas contra el macrismo porteño. Lo que limita la fuerza de la docencia es la política divisionista y desmoralizante de la Celeste que llegó al ridículo de separar en salas distintas a los docentes de primaria y de media que se reunieron en el mismo edificio a la misma hora.

Unidad y plan de lucha

El próximo jueves Ademys convocó una nueva asamblea abierta para discutir la continuidad del plan de lucha. Desde la conducción Multicolor de Ademys llamamos a UTE, Camyp y Sadop a convertirla en una instancia unificada de deliberación docente. Nuestro planteo es impulsar un nuevo paro para la semana del 3 de octubre con acciones distritales y una gran caravana educativa, convocando a estudiantes y familias, a la jefatura de gobierno.

Impulsamos la realización de asambleas por escuela y por distrito, la votación de delegadas y delegados, pintadas de banderas, cortes, semaforazos y toda acción que ayude a la organización del gremio. Digamos basta al maltrato a la educación.

Por las defensa de la jornada laboral de lunes a viernes y la capacitación en servicio; salario igual a la canasta familiar por un cargo; actualización mensual por inflación. 82% móvil para los jubilados; defensa de la salud docente; basta de vaciamiento en ObSBA, apertura de los libros contables; no al trabajo gratuito de nuestros estudiantes; contra el ajuste en educación especial; por vacantes y un plan construcción de escuelas contemplando las distintas necesidades de las familias.

https://prensaobrera.com/politicas/una-semana-de-grandes-luchas

https://prensaobrera.com/sindicales/continua-el-paro-del-sutna-y-el-lunes-movilizan-a-audiencia-en-el-ministerio-de-trabajo