Sindicales

18/8/2016|1424

Docentes y estatales paralizaron la provincia

Vuelve a instalarse la tendencia a la huelga general


La lucha por la reapertura de las paritarias ha vuelto a colocarse en el centro de la situación. La huelga del 11 de agosto fue masiva, especialmente en la docencia, con picos del 95 por ciento de acatamiento.


 


El portazo de Alejandro Finocchiaro (director de Cultura y Educación) a los maestros, cerrando cualquier consideración de reapertura de la discusión salarial, fue un búmeran para María Eugenia Vidal. La reactivación del paro en la docencia, principal gremio provincial, es un dato de la maduración de los trabajadores para enfrentar el ajuste.


 


A poco de estrenarse el “segundo semestre”, los docentes, judiciales, trabajadores de la salud y estatales volvieron a poner en pie una huelga provincial, a pesar de las diversas burocracias sindicales, que realizaron convocatorias divididas y separadas, y también de la tregua completa de todas las centrales.


 


El paro provincial también es un búmeran contra las burocracias sindicales que cerraron acuerdos a la baja, ya carcomidos por la inflación. Vale para Baradel y Petroccini, de Suteba y la FEB, que firmaron en marzo un acuerdo ruinoso, pero también para judiciales y Cicop, que acaban de acordar paritarias que ya han sido superadas por la carestía. ATE, por su lado, sigue en la línea de paros aislados y testimoniales, que impiden levantar el alevoso 16 por ciento de aumento que Vidal pactó con UPCN. En declaraciones al diario El Día, la dirección de ATE provincia señaló, luego del exabrupto contra los docentes, que iban al paro “con la expectativa de que el gobierno provincial muestre voluntad de diálogo” (11/8). Un parito para negociar.


 


La medida fue impuesta por la efervescencia de las bases, por la brecha abierta por los Suteba multicolores (con su huelga de 48 horas de no inicio del ciclo lectivo luego del receso) y por la bronca ante los tarifazos.


 


La convocatoria dividida también se expresó en la negativa, por  parte de todas las direcciones sindicales, a realizar una jornada activa con una gran movilización: Suteba resolvió a último momento una movida con docentes de los planes Fines, orquestas, etc., que no cobran sus salarios, a La Plata, pero sin horario ni lugar de concentración públicos; la FEB no se movilizó. ATE convocó a Plaza de Mayo, sin la CTA, a un acto minoritario, en el marco de un paro dispar (aunque muy fuerte en auxiliares de escuela). En este acto, los oradores no plantearon ninguna iniciativa para desenvolver un plan de lucha de los estatales, proscribieron la palabra a los Suteba multicolores que sí venían de paralizar las escuelas, y se presentaron como la pata deggenarista de la marcha organizada por el clero el 7 de agosto. El plato recalentado de Godoy e Issasi es un callejón sin salida para los reclamos de los trabajadores del Estado. El gremio de los aceiteros, que arrancó con una gran huelga general aceitera una paritaria histórica en 2015 (tomada como emblema por los gremios antiburocráticos), fue parte de la convocatoria de ATE, mientras estuvo ausente de la gran marcha del 9 del sindicalismo combativo y de la izquierda, que tenía como una de sus principales consignas el paro general contra el ajuste.


 


Las burocracias sindicales reiteraron la misma política del primer semestre, cuando el paro del 24 de mayo de los docentes y las huelgas de los estatales, judiciales y la Cicop habían colocado la huelga provincial en primera plana.


 


Superar a la burocracia


 


A ocho meses de ajuste del gobierno macrista y de todos los gobernadores, ninguna de las centrales sindicales ha convocado a un paro ni a un plan de acción para quebrar este ataque al movimiento obrero. La lucha para quebrar el ajuste capitalista es inseparable de la lucha por desplazar a la burocracia sindical de nuestros gremios. Hacen un esfuerzo enorme para dividir y frenar cualquier acción común.


 


Para superar el bloqueo que las direcciones sindicales le pusieron a las huelgas de la primera parte del año, está planteada la necesidad de un congreso de delegados de base de docentes, estatales, judiciales y trabajadores de la salud, que tome en sus manos la dirección del conflicto. Esto ya había sido votado en sus respectivos congresos en la Cicop y en ATE a instancias del activismo, y cajoneado por las direcciones de esos gremios.


 


En ese camino, promovemos todas las iniciativas comunes entre los sectores combativos de Suteba, la AJB, ATE y Cicop.