Durante la última semana de enero la patronal de la curtiembre Donto despidió a varios trabajadores y hay indicios de que en los próximos días podrían concretarse más despidos. Se trata de una larga sangría, cuyo punto más alto se registró a mediados de septiembre de 2015.

 

 

La patronal lleva adelante una cantidad incesante de despidos sin ninguna causa o justificación, a cuenta gotas y no tanto, en medio de un clima de persecución sindical y política.

 

Las fechorías de la patronal pasan sin que haya ninguna medida por parte del sindicato o de la comisión interna. Los trabajadores comentan que la interna no cuenta con el apoyo del sindicato y mucho menos del beneplácito de las bases. Así, los trabajadores, sin poder organizarse, se encuentran acorralados por la patronal.

 

Desde la patronal advirtieron que cerrarán el sector de terminación (recorte, planchado y pintado). Argumentan que se trata de un cambio en la matriz productiva de la fábrica: se exportarían cueros semielaborados (que ya pasaron por el saladero y el sector húmedo). El proceso se terminaría en las factorías de China, lugar donde se coloca parte de la producción actual.

 

Hay indicios de que el sector húmedo también corre riesgo de cierre o, por lo menos, de reducción de personal, ya que piensan exportar sólo cuero salado y algo de húmedo o blue, un producto cuyo nombre se debe al color azul verde del sulfato de cromo.

 

A partir de las medidas del macrismo de abrir la exportación a los frigoríficos, éstos prefieren exportar el cuero salado y no venderlo a las curtiembres locales, agravando la situación del sector.

 

La producción de la planta ha caído notoriamente, de 2.800 a 3.000 cueros por día a un promedio actual de 1.200 a 1.800 cueros. La reducción del personal es ya de un 35%.

 

Se trata de un lento proceso de vaciamiento, con una reducción de la cadena de valor: primero se cerró la manufactura del cuero con el despido de 50 costureras, ahora se perfila el cierre de terminación y es probable el cierre del sector húmedo.

 

Los rumores indican que parte de la maquinaria “fue vendida” a Paraguay, por lo que este paulatino proceso de vaciamiento puede terminar con el cierre completo de la planta y su traslado.

 

 

Se hace necesario un fuerte agrupamiento de los trabajadores para enfrentar, en primer lugar, a la burocracia sindical y sacar del inmovilismo a la fábrica. Luego, arremeter frente a los ataques de la patronal, que cuenta con el aval del gobierno de Cambiemos y de la pseudo-oposición K.

 

Ningún despido en Donto. Basta de vaciamiento, no al cierre. Por una asamblea de toda la fábrica y medidas de lucha urgentes.