Luego de dos semanas de lucha los trabajadores de la curtiembre Donto logran dar el primer paso en este atropello patronal. 

En las negociaciones en curso, la empresa aceptó la reincorporación de los 17 despedidos. Sin embargo, cuando el conjunto de la planta se presentó el viernes a trabajar, los portones de la fábrica aún seguían cerrados con candados.

La patronal pretende suspender a un tercio de los trabajadores pagándole el 50% del salario, cuestión que no fue aceptada durante las tratativas. En forma absolutamente ilegal, la empresa sigue adelante con el lockout. 

Juan Carlos Campanera, dueño de Donto, utiliza estas maniobras para, de paso, conseguir subsidios y beneficios por parte del Estado. Reclama exenciones de impuestos patronales y cargas sociales. Mientras, se anota para conseguir subsidios para pagar los sueldos con plata de la ANSES, o sea vaciando las cajas de los jubilados. 

En este contexto de rebaja de salarios, despidos, suspensiones y cierre de fábricas, la lucha de Donto la deben tomar los trabajadores en sus manos, como los obreros de Penta, Bed Time y otras en fábricas en conflicto.

Cobra especial vigencia, ante la continuidad del lockout patronal, el reclamo de apertura de los libros y control obrero de la producción.

Se plantea que el estado intervenga para imponer el funcionamiento inmediato de la fábrica y el pago de los sueldos adeudados y vigentes. El Sindicato de Cuero debe organizar un plan de lucha de todo el gremio hasta lograr que se reabra la fábrica, ningún despido ni suspensión, por el 100% del salario, respeto irrestricto de los protocolos sanitarios, y adecuadas condiciones de salud, seguridad e higiene laboral.