Sindicales

20/6/2002|759

Ecos de Ensenada

En el distrito de General Rodríguez se reincorporaron casi todas la ruralidades, excepto tres con desfavorabilidad uno; además se otorgaron tres ruralidades categoría uno, que desde hace años se vienen reclamando. Por último, a una escuela con categoría uno se le otorgó la desfavorabilidad tres, lo cual ha suscitado que otras escuelas alejadas y en peores condiciones estén exigiendo esa misma categoría. Esto ha sido conquistado por temor a que las luchas se profundicen como en Ensenada, con permanencia en escuelas y Consejos Escolares, sin dictado de clases. En ese sentido, en el marco del Encuentro de delegados y representantes de escuelas realizado en La Matanza el 8 de junio, se llevaron mandatos de cinco escuelas del distrito que se pronunciaban por la permanencia en las escuelas, sin dictado de clases.


Por otra parte, los docentes y padres de General Rodríguez nos hemos movilizado al Consejo Escolar en reclamo por la restitución de las ruralidades y por cupos de comedor para el 100% de los alumnos. En dichas convocatorias las consejeras escolares se han excusado diciendo que hacen lo que pueden con el dinero que se les envía y que no estaban a favor del quite de desfavorabilidades. Sin embargo, ellas reconocen haber sido parte de la comisión que informó sobre las condiciones de acceso a las escuelas, en un claro acto de complicidad con el gobierno de Felipe Solá, que utilizó los informes como herramienta para justificar el quite de las desfavorabilidades. Al respecto, no puede ignorarse el hecho de que la consejera Liliana Canizzaro, representante del ARI, formó parte de la comisión que elaboró el informe de las escuelas.


Mientras las consejeras argumentan la falta de presupuesto como excusa para no hacerse cargo del sostenimiento de los comedores, el intendente gana 23.000 pesos por mes, no hay insumos en las salas médicas que funcionan en los barrios, la mayoría de las calles asfaltadas se inundan por obras precariamente realizadas y gran parte de la población carece de agua corriente, cloacas y gas natural, incluidas las escuelas. En contraste con las condiciones de pobreza en que vive la población del distrito, se erige en el mismo la empresa láctea más grande del país, el monopolio La Serenísima. A nadie se le escapa que la licuación de pasivos que benefició a dicho monopolio será pagada por el conjunto de la población, mientras que en el distrito no se les garantiza a los hijos de los trabajadores ni siquiera un vaso de leche diario, ya que la lógica de las ganancias capitalistas conspira contra los más elementales derechos.


En General Rodríguez nos seguimos movilizando por la restitución de todas las ruralidades, cupos de comedor y copa de leche reforzada, exigiendo al gobierno un menú básico que garantice una adecuada alimentación para todos los alumnos.