Sindicales

31/7/2008|1048

ECOTRANS

Ningún despido, o huelga

La dura pulseada que llevan a cabo los trabajadores de Ecotrans contra la patronal (el Grupo Plaza), va entrando en su etapa de desenlace. La empresa, en una operación combinada con la burocracia de la UTA, pretendía dejar afuera de la línea unos 130 trabajadores. Ante la lucha de los trabajadores de Ecotrans, la patronal tiró algo de “lastre” pero aún, en complicidad con la dirección del gremio, pretende despedir a 50 choferes. Dentro de los despedidos hay 28 contratados, que son hijos de trabajadores de Ecotrans. Ingresaron en la empresa como parte de una conquista histórica de los choferes de Ecotrans, que es su Bolsa de Trabajo. La empresa intenta, junto a la burocracia, golpear a un Cuerpo de Delegados que desde hace 13 años dirige la empresa y que acaba de imponerse a una lista de la UTA con el 80% de los votos.

La empresa se está preparando para una modificación de las formas de explotación de sus recorridos. Dejó caer el piso de una de sus principales líneas (la 153) cuyo recorrido llegaba a Primera Junta, y ahora lo hace desde Liniers, lo que causa un enorme perjuicio a los usuarios de la zona Oeste y anticipa su intención de despedir trabajadores. Los trabajadores han lanzado una gran campaña popular contra el levantamiento de este piso y contra los despidos. Han sacado miles de afiches, y llevan decenas de miles de firmas de usuarios contra los despidos, a favor de las inversiones y por el mantenimiento de los recorridos de línea.

La campaña seguirá con una gran movilización de trabajadores y usuarios a la Secretaria de Transporte, donde los delegados de Ecotrans denunciaran que la empresa, que recibe subsidios multimillonarios del Estado, no reinvierte en unidades ni repuestos y, ante la eventual restricción de los subsidios, pretende que los trabajadores sean la variable de ajuste de sus negocios.

El Grupo Plaza también explota el Ferrocarril Sarmiento y no le interesa competir en recorrido con su propio grupo. Sus intenciones son multiplicar líneas de recorrido corto ligadas a las estaciones ferroviarias. Así, el Grupo Plaza ahorra dinero en inversiones de unidades y de repuestos de los automotores, pues puede evadir los controles más estrictos de la Capital y se beneficia con la permisividad existente en la provincia de Buenos Aires al funcionamiento de coches antiguos (que ya no pueden circular en la Ciudad de Buenos Aires).

Al tener múltiples recorridos cortos, Plaza puede aumentar las frecuencias con pocos colectivos y bajos costos de combustible, haciendo un negocio redondo a costa de usuarios, que viajarán como ganado en el ferrocarril y deberán realizar uno y dos y hasta tres trasbordos para llegar a sus trabajos y a sus hogares. De paso, se ahorran tomar más personal cubriendo vueltas cortas con menos choferes.

El negocio adicional del Grupo Plaza, al competir con líneas barriales menores, es que las mismas no aguantan la competencia y son quebradas o absorbidas por el Grupo. Por este procedimiento, el transporte de colectivos en Capital y el Gran Buenos aires se ha concentrado en el monopolio de un puñado de empresas que se llevan el 40% de los fabulosos subsidios que hoy otorga el Estado. Esos subsidios han trepado, en 2008, a 6.151 millones de pesos (La Nación, 28/7).

La campaña de denuncias de los trabajadores, su agitación continua en afiches, firmas y volantes han creado un cuadro critico para las intenciones iniciales de la empresa que empieza a quedar señalada, por ahora en los medios zonales, como un caso similar a los de Cristóbal López (Casino) y Taselli (Parmalat-FFCC Roca), “hijos dilectos” del gobierno.

Si al vencimiento de la conciliación obligatoria no se ha resuelto la reincorporación de los cesantes, habrá un paro general de las 13 líneas de colectivos que afectará a 170.000 pasajeros de la zona Oeste, ya convulsionada por la muerte del compañero Encina (que ha dado lugar a un inmenso paro del transporte automotor) y la gran lucha de los trabajadores de Pirelli, con quienes confraternizan día a día los choferes de TDO.

En ambas empresas hay montadas carpas del aguante levantadas a 200 metros una de otra. Hay que apoyar con todo la lucha de los choferes y los trabajadores del neumático. Se está abriendo la posibilidad de una gran coordinadora Interempresas de la zona Oeste para quebrar la brutal flexibilización laboral de las empresas y sacarse de encima una burocracia sindical que está en la vereda de enfrente de la organización de los trabajadores.