Sindicales

28/4/2016|1408

El 29 de abril, por un paro nacional

El clasismo marcha en una columna independiente


Foto: Ignacio Smith


 


Las cinco centrales sindicales convocan a una concentración en el Monumento al Trabajo que, según los organizadores, será multitudinaria. Moyano habló de cien mil personas. Mencionó como sus motivaciones promover una ley antidespidos, otra contra el impuesto a las ganancias sobre los salarios de convenio y otra por el 82 por ciento móvil. La convocatoria se produce en medio de la reacción ante la política antiobrera del gobierno MM, que se expresa en las huelgas provinciales de Tierra del Fuego, Santa Cruz, Mendoza  y Santiago del Estero, los paros bancarios, la huelga de seis días de la AGD-UBA, los paros del 19 de abril de estatales y de los Suteba combativos.


 


Pero aclaró que no se trata de un plan de lucha, ni siquiera un primer paso en esa dirección. Justamente lo contrario. Moyano consideró que todavía era prematuro “que el movimiento obrero entrara en escena para frenar los 150.000 despidos que ya ha sufrido la clase obrera en estos cuatro meses de gobierno macrista”. Por eso, sin matices, reconoció que no movilizan ni a Plaza de Mayo ni al Congreso.


 


Declarar que lo que está a la orden del día es paralizar al movimiento obrero es una indicación a la clase capitalista de dónde se ubica la “unidad de las CGT”, cuando el gobierno salió con los tapones de punta sumando a Massa a una ley a favor de los despidos y del subsidio a las patronales y cuando Macri amenazó con el veto de cualquier normativa que ponga la menor limitación a los capitalistas para cesantear a su antojo.


 


La inflación y los despidos son los instrumentos principales de los que se vale la clase patronal para descargar la crisis sobre las espaldas de los trabajadores.


 


A menos de tres días del acto cegestista, el vocero más brutal del pensamiento cegetista -como suele ocurrir- fue Venegas: “Tenemos que cuidar el trabajo, esto ha fracasado antes. Hay empresas que no quieren despedir, pero sí saben que tiene que pagar doble indemnización dentro de un mes o veinte días van a despedir gente”, dijo en declaraciones radiales. El colmo fue que sugirió invitar al acto al ministro de Trabajo.


 


En esa misma línea han pasado paritarias a la baja, muy por debajo de la inflación prevista, en los principales gremios, lo que condujo al ministro de Trabajo Jorge Triaca a elogiar la actitud de entrega salarial de los burócratas: todos han sido, señaló, muy conscientes, muy adecuados.


 


¿Y sobre el 82 por ciento móvil? El mismo Triaca da la respuesta cuando reconoce en un reportaje que se viene una reforma previsional, que le dé sustentabilidad al sistema, reduciendo los beneficios jubilatorios y, para los que no puedan completar los aportes -los cientos de miles de despedidos-, “instaurar una pensión para la vejez” (Clarín, 24/4). Es lo que está ocurriendo en las provincias con las jubilaciones estatales y docentes, como en


Tierra del Fuego y Córdoba.


 


En cuanto al impuesto al salario, Macri y los gobernadores patean cualquier modificación para el año próximo.


 


Lejos de querer abrir un proceso de lucha, las CGT, en un momento de giro en el humor de los trabajadores contra el gobierno macrista, buscan con la concentración del viernes reforzar a la burocracia como un actor fundamental en la contención del movimiento obrero y en un futuro pacto de gobernabilidad, frente a la reacción creciente de la clase obrera al ajuste capitalista en curso. 


 


En esta movida, la Iglesia está en primer plano, como lo demuestran las reuniones de los curas con las cúpulas cegetistas y la bendición del Papa a la unidad de las CGT. Según La Nación, la sorpresa de la jornada sería un mensaje grabado de Francisco ese día por el Día del Trabajador.


 


A esta política reaccionaria se suman con fervor los kirchneristas de Hugo Yasky, que acusaban de burócrata a Moyano cuando hacía paros contra Cristina, y la CTA fantasmal de Pablo Micheli.


 


Paro nacional y plan de lucha


 


Detrás de esta consigna, importantes sindicatos, seccionales y comisiones internas, del clasismo y de la izquierda, convocan a marchar en una columna independiente de todas las burocracias, denunciando que los despidos, las paritarias, el impuesto al trabajo y la defensa del 82 por ciento móvil no serán el resultado de ninguna maniobra parlamentaria de los Moyano y compañía, los mismos que votaron el pacto colonial con los fondos buitre, sino de poner el pie al movimiento obrero mediante un programa y el paro nacional.


 


El Sindicato de Aceiteros de la Ciudad de Buenos Aires, la AGD-UBA, el Sutna San Fernando, los Suteba combativos de Escobar, Tigre, Ensenada, La Plata, La Matanza, las comisiones internas gráficas de Interpak I, AGR-Clarín, Morvilo e Ipesa, de Unilever (alimentación), Adiunt, Junta Interna ATE-Agroindustria de Buenos Aires, entre otros, llaman al conjunto de los sectores combativos y antiburocráticos a encolumnarse detrás del siguiente programa: basta de despidos, reincorporación de los censanteados y pase a planta permanente de todos los trabajadores precarizados y en negro; no a las suspensiones, reparto de las horas de trabajo sin alterar el salario; ocupación contra los cierres y vaciamientos; que el Estado garantice la continuidad, salario y condiciones de trabajo; salario mínimo igual a la canasta familiar; aumento de emergencia a los jubilados; por el 82 por ciento móvil; abolición del impuesto al salario; trabajo genuino; pase a convenio de todos los planes de empleo.


Se movilizarán también el Sipreba y ATE Sur.


 


La Coordinadora Sindical Clasista del Partido Obrero pone todo su esfuerzo para engrosar esta columna obrera, y plantear una alternativa independiente en lo que seguramente será una gran movilización de los trabajadores.