Sindicales

30/9/2022

El asesinato de un obrero de Reginald Lee en Berazategui

Hugo Alberto Acevedo trabajaba en una embotelladora de Coca-Cola, había sido agredido por una patota sindical de Fataga.

Ingreso a la planta situada en Ranelagh

El 8 de septiembre  de 2022 a la madrugada fue encontrado sin vida el obrero de la empresa Reginald Lee, embotelladora de Coca Cola,  Hugo Alberto Acevedo. Un mes antes había sido agredido físicamente por parte de tres integrantes de la patota sindical afín a Raúl Álvarez, secretario general de Fataga (federación que agrupa a los trabajadores de aguas gaseosas).

Aunque no hay certezas, dado el hermetismo existente, comentarios de trabajadores de la empresa afirman que el trabajador degollado había anunciado su intención de presentarse como candidato a delegado.

Lo curioso  es que no hay posibilidades de ingreso a la planta situada en Ranelagh (partido de Berazategui) si no se realiza por la puerta de entrada del personal controlada por el personal de vigilancia, no obstante lo cual se sabe que también  hay otra cuyo control es inexistente. De esto se desprende que los asesinos entraron por esa zona liberada.

Los asesinos tuvieron tiempo de escapar abandonando la fábrica por la “zona liberada”. Excepto las condolencias de la patronal, el cierre por un día de la planta y el interrogatorio de la fiscal a decenas de obreros, nada se sabe, no hay detenidos y la burocracia sindical del gremio ha callado sospechosamente.

Cabe destacar que el secretario general de Fataga, Raúl Álvarez, es un burócrata empresario que ostenta una fortuna constituida por doce empresas, un criadero de caballos, setenta y cuatro automóviles, una fortuna cuyo origen no puede ser sino el fruto de las excelentes relaciones con las empresas del sector de aguas gaseosas, cuyas facturaciones son enormes. Sin ir más lejos, esta embotelladora en 2017 aportaba al producto bruto argentino 21.000 millones de pesos, cifra que hoy debe haberse multiplicado.

No es ocioso señalarlo, pero esta estrecha relación con las patronales debe ser investigada, del mismo modo que la fortuna del mencionado burócrata y los móviles del asesinato de Álvarez.

Dejar en manos de la fiscalía actuante la investigación la ha llevado a un punto muerto.

Corresponde que los trabajadores de Reginald Lee formen una comisión investigadora autónoma de la patronal que establezca los vínculos recíprocos entre la patronal y la burocracia que han llevado a este crimen y la responsabilidad intelectual y material del asesinato. Esto, en nombre de los intereses de los trabajadores, que están trabajando bajo un clima de terror.  Terminar con la impunidad patronal-burocracia es fundamental.