Sindicales

3/10/2016

El “bonito” de fin de año

Redoblemos el reclamo de reapertura de paritarias.

@tomaseps


En los días posteriores a las reuniones mantenidas por el gobierno con la CGT, han trascendido posibles montos para el “bono de fin de año” a estatales, jubilados y sector privado.


Según Ámbito Financiero (3/10), el bono que recibirían estatales y jubilados sería de $750; mientras que en el sector privado rondaría entre los $2000 y los $4000, pero sujeto a la decisión de cada patronal. El gobierno formalizaría el monto en un plazo de 10 días, mientras “durante ese tiempo, consultarán con los empresarios y plantearán una propuesta consensuada” (El Cronista, 3/10).


Para José Ignacio de Mendiguren, vocal de la Unión Industrial Argentina y diputado del massismo, “preferimos eso (el bono) a reabrir paritarias". Para el dirigente de la UIA, José Urtubey, el bono deberá evaluarse por sector. En los gremios de comercio y la construcción, que están negociando sus paritarias semestrales y cuentan con salarios de miseria, las patronales presentan reparos. De cualquier manera, el bono, otorgado por única vez, no presionará sobre negociaciones futuras.


Héctor Daer, de la CGT, sostuvo que la posibilidad de un paro “sigue latente”, pero se trata de una farsa. La burocracia tomó nota de que no encuentra ningún punto de apoyo en la burguesía para lanzarse a un paro. Hasta Hugo Moyano se expresó en apoyo a la política de tregua eterna del triunvirato de la central.


La agenda de fondo


La tregua de la CGT se inscribe en un cuadro de ataques contra los trabajadores por la vía de despidos y la pérdida, en un año, del 15% de poder adquisitivo de los salarios.


Los bonos y exenciones están, por lo demás, sometidas a un acuerdo antiobrero de carácter más general, que incluye un paquete de flexibilización laboral, la limitación a los juicios por accidentes de trabajo y la creación de trabajos basura (“ley de primer empleo”). El FMI, con quien busca acordar el gobierno, afirmó recientemente que Argentina no logra atraer inversiones porque los salarios están demasiado altos, a pesar de que buena parte de los asalariados no supera la línea de pobreza.


La política de entrega de la burocracia plantea la necesidad de una alternativa independiente para la clase trabajadora.