Sindicales

10/10/2019|1568

El Chubutazo necesita una salida de los trabajadores y la izquierda

Es necesario un congreso de delegados de base de todos los sindicatos de la provincia.

El Chubutazo ingresó en su doceava semana de huelga. Los docentes y estatales de la provincia continúan exigiendo al gobierno del albertista Mariano Arcioni el pago de su salario en tiempo y forma, la aplicación completa de la cláusula gatillo, el funcionamiento de la obra social y un plan de obras para una infraestructura escolar colapsada. 


Alberto Fernández ha roto su silencio sobre Chubut para decir que la situación es responsabilidad de la “herencia” del ex gobernador Das Neves, que hay que apoyar a Arcioni y poner orden en Chubut. La solidaridad con el ajustador Arcioni  pinta de cuerpo entero la alianza entre Fernández y los gobernadores del PJ. 


Esperar la Navidad


El operativo “esperemos hasta diciembre que llega Alberto”, implica el sostenimiento del cuestionado poder de Arcioni. Se trata de un rescate montado por el PJ-kirchnerismo, que choca de frente con la aguerrida lucha de docentes, estatales, judiciales y viales, conducida por direcciones sindicales (la Mesa de Unidad Sindical) que no tienen una perspectiva clara de independencia política para desarrollar la lucha a fondo. Están tironeados entre el seguidismo a la sociedad Arcioni-Fernández, que supone tregua y contención en pos del relevo electoral, y el impulso de un profundo movimiento de lucha, impulsado por una vanguardia que no baja los brazos y cuestiona estos límites.


En este sentido se coloca el 2° plenario provincial de delegados de Atech, que ratificó la continuidad de la lucha, que en el caso de la seccional sur de Comodoro Rivadavia, implicó una vuelta a “las rutas del petróleo”, custodiadas por centenares de efectivos militares que no estuvieron en la zona liberada del 4 de septiembre cuando la patota del burócrata Avila rompió los piquetes. 


Se destaca la enorme lucha de los trabajadores viales del Sitravich que, con piquetes, cortaron durante horas todos los accesos a la capital Rawson, reclamando además al gobierno la renuncia del presidente de Vialidad Provincial, Nicolás Cittadini. 


En el sector Salud se cuenta, por ejemplo, el pedido de trabajadores del Hospital Regional de Comodoro, que mocionaron una asamblea provincial de ATE con delegados de base de todos los hospitales de Chubut. 


El movimiento estudiantil protagoniza tomas de establecimientos educativos, con espacios de organización cada vez más amplios. 


La necesidad de una mayor coordinación de los sectores de lucha, mediante un Congreso de delegados de base de todos los sindicatos de la provincia, es una consecuencia lógica del conflicto, bloqueada por el carácter burocrático de sus direcciones.


Si bien el fuerte operativo mediático oficialista busca estigmatizar a los docentes, que efectivamente son la punta de lanza del choque contra Arcioni, la crisis y los potenciales sectores en lucha se extienden: en la pesca, las cámaras empresarias amenazan con suspensiones masivas producto de la baja demanda de langostino y las retenciones a la exportación y en el sector aeronáutico cobra fuerza la posibilidad del cierre de la aerolínea Andes producto de una deuda de 280 millones de pesos por parte del gobierno provincial.


Además, están el paro de los metalúrgicos de Aluar por despidos producto de la solidaridad con los docentes y estatales en lucha; los despidos y suspensiones en el sector petrolero que dependen del fino equilibrio entre el precio internacional del barril, que está en caída, y el devenir del congelamiento de naftas; la burocracia de Luz y Fuerza ha renunciado a su cláusula gatillo, en el marco de una potencial crisis de las cooperativas de servicio (por ende sueldos) con la mayorista CAMMESA, y ofrendándole a Arcioni un anticipo del Pacto Social albertista.  


Por una salida de los trabajadores a la crisis provincial


La campaña electoral del Partido Obrero y el Frente de Izquierda-Unidad en Chubut debe tener como función potenciar el Chubutazo en curso y sus luchas, impulsar el “Fuera Arcioni”, ya que su gobierno es incompatible con las reivindicaciones más inmediatas de los trabajadores, y a la vez entablar un debate programático con los y las trabajadoras que han optado en las Paso, tanto por Macri-Pichetto como por los Fernández. Porque Chubut ha demostrado muy gráficamente, en un carácter anticipatorio de la crisis nacional, que la única grieta existente es entre la clase obrera y los que gobiernan para los capitalistas.


Vamos por la defensa de los salarios, jubilaciones, coberturas médicas y de todos los reclamos de infraestructura. Anulación de los tarifazos y nacionalización de los recursos estratégicos; disponer el cobro directo de las regalías petroleras (que hoy se depositan en un fideicomiso para destinarlos al pago de la deuda) y un impuesto progresivo a las grandes empresas; elección de una comisión independiente, formada por los sindicatos y los sectores en lucha, para abrir los libros de la administración pública, suspender el pago de la fraudulenta “petrodeuda” e investigar todos sus negociados; el no a la megaminería contaminante. La lucha de Chubut demanda un programa obrero y socialista.