Sindicales

25/9/2014|1333

El colapso del Garrahan


La crisis que atraviesa la salud pública se descarga con particular fuerza sobre uno de los hospitales más importantes del país, el Garrahan. En invierno hubo un conflicto por la crisis de enfermedades respiratorias que llevó a que hubiera hasta veinte camas en el pasillo de la guardia. Hace un mes, directamente faltaron agujas y guantes de látex, un insumo imprescindible para el funcionamiento de un hospital. Los trabajadores terminan sufriendo esta crisis a través de su salario: los residentes de Nación que ingresaron en junio todavía no cobraron.

Es en este cuadro que se llevó a cabo el cierre de la sala de 3 del jardín del hospital, que funcionaba hace 27 años. El gobierno nacional y de la Ciudad, a través del Consejo de Administración, fundamentaron esta medida en la inscripción de 53 nuevos niños de trabajadoras actualmente embarazadas, para los que no habría lugar. Es decir, ‘como falta espacio para los lactantes, se lo sacamos a los niños de 3'. De la misma forma que el problema de las camas, si la falta de lugar para lactantes es un inconveniente, quitarles este espacio a los niños de 3 no es la solución. El Consejo buscó resolver el problema a través del ofrecimiento de una suma de 750 pesos, que es insuficiente frente a los 2.500 que pide cualquier jardín. Los jardines de la Ciudad tampoco son una solución, ya que sus vacantes se encuentran en emergencia. Lo que resuelve el problema es que haya más presupuesto para el hospital.


Trabajadores movilizados


La reacción fue enérgica: más de 300 trabajadores se movilizaron para evitar el cierre de la sala, una actividad que fue convocada por la Comisión de Padres, la Asociación de Profesionales del hospital, la de técnicos y ATE, y a la que concurrieron trabajadores de todos los sectores. La Comisión de Padres publicó una carta abierta en la que señalaron: “De este espacio nos beneficiamos tanto los padres, que dejamos a nuestros hijos la jornada laboral completa con absoluta tranquilidad sabiendo que están junto a excelentes maestras, nuestros hijos, que están contenidos, aprenden, juegan, se divierten y son queridos y vuelven felices a casa, así como el mismo hospital porque al dejar nuestros chicos ahí disminuye notablemente el ausentismo laboral”. Marcelo Ramal, diputado del Frente de Izquierda en la Legislatura, pidió la citación del Consejo de Administración a la Comisión de Salud, con el objetivo de que dé una respuesta y resuelva el problema.


El cierre de la sala de 3 del Garrahan es un capítulo más del pacto PRO-K que descarga la crisis sobre los trabajadores y la salud pública. Organicémonos contra el cierre de la sala, por más presupuesto para el Garrahan y para toda la salud pública, para que la crisis no la paguen los trabajadores.