El comité arbitral de “abogados notables” que entiende los fraudes de la elección de CTA acaba de rechazar, sin leerlas siquiera, las impugnaciones de la Lista 3. Según ellos, para tomarlas en cuenta, la Lista 3 debería haberlos reconocido como únicos árbitros más allá del Ministerio y de la Justicia. Con esta decisión, añaden otro episodio fraudulento al fraude, porque nos desconocen como afiliados y como protagonistas de la elección que ellos deben supervisar.

Nuestros reclamos habrían sido de sumo interés para este comité arbitrario. La Lista 3 denunció oportunamente la falta de toda garantía electoral en Tucumán, Mendoza y Jujuy, así como la falta de sus propias boletas en innumerables lugares. Denunció durante semanas previas a la elección que jamás hubo el padrón por urna que debe ser publicado 30 días antes por ley en cualquier elección sindical. Como la mitad de los afiliados no pertenecen a sindicato alguno, con más razón tienen que conocer los padrones un mes antes, establecimiento por establecimiento y urna por urna. Miles de docentes de Salta no figuraban; el secretario general y el adjunto de AGD-UBA figuraron y no pudieron votar en su sindicato, que tenía ocho urnas en ninguna de las cuales estaban.

El comité se ha sumado al fraude estructural de la CTA y se ha convertido en arbitrario. Si pretende parchar la crisis de la Central con algunas repeticiones electorales, desvaría. No sería extraño que alguna de las fracciones perjudicadas apele a la justicia. Luchemos por un congreso de delegados electos por sus bases para reorganizar a la CTA sobre bases de independencia política y democracia sindical.