Sindicales

10/1/2018

El conflicto de Fanazul y las maniobras de Cambiemos

Los fabriqueros siguen en pie de lucha contra los más de 200 despidos en Fabricaciones Militares de Azul.

Luego de dos semanas de enérgica lucha, se intensifican las medidas por la reincorporación de los 230 despedidos de la planta de Fabricaciones Militares ubicada en Azul, cuyo cierre fue dispuesto por el gobierno nacional.


En el día de ayer los trabajadores de Fanazul desenvolvieron una gran jornada, con cortes de ruta en toda la región. Hubo un corte total en el cruce de las rutas nacionales 226 y dos cortes parciales –uno en el cruce de la RN 3 con la ruta provincial 60 y otro en RP 51 y RN 226– que fueron aprovechados por los fabriqueros para volantear y difundir el conflicto entre los transeúntes. La medida estuvo acompañada por un paro seccional de la gremial estatal ATE y del Soempa (uno de los tres gremios municipales).


Distintas organizaciones políticas, gremiales y sociales se acercaron a los cortes a acompañar a los trabajadores en su reclamo. Los mismos se extendieron durante todo el día, y al caer la noche una asamblea de trabajadores resolvió levantar los cortes parciales y acampar en el cruce de las vías nacionales hasta hoy a la mañana, cuando se resolvió volver al acampe que se mantiene desde el jueves pasado en el veredón municipal.


Las mentiras de Bertellys.


El intendente macrista Hernán Bertellys (ex FPV) había prometido a los trabajadores encabezar él mismo los cortes de ruta. Lejos de eso, sólo se acercó por unos minutos a uno de los cortes parciales, en el que solamente estaba presente una minoría de los trabajadores en lucha. Se trata del mismo intendente que durante los meses previos al conflicto desmentía los despidos de forma sistemática, agraviaba la lucha de los trabajadores y buscaba acallarla y desprestigiarla.


La conformación de un “comité de crisis” integrado por el gobierno de Azul, la Iglesia, el Centro de Empresarios de Azul y el Concejo Deliberante, con representantes de los trabajadores, constituye un manotazo de ahogado de la gestión municipal ante el gran fervor popular en favor de la lucha fabriquera. Tiene, a su vez, la función de ser una válvula de escape que desinfle la lucha, comprometiendo a los trabajadores en las maniobras que introducen los representantes del gobierno y sus cómplices. Ni un gramo de confianza puede ser depositado en este comité de crisis.


Es de sapiencia popular los jugosos intereses que guardan los activos de la planta de explosivos, que van desde los intereses inmobiliarios pasando por el agro hasta la minería.


En este cuadro, advertimos y llamamos a estar en alerta ante “salidas” que no contemplen la reapertura de la fábrica y la reincorporación del total de los trabajadores, respetando sus derechos adquiridos.


El pueblo de Azul ha demostrado la enorme solidaridad con esta causa y que se juega de cuerpo entero por la victoria de los trabajadores. Una asamblea popular debe deliberar las acciones a seguir para impedir el desmantelamiento de la fábrica y conquistar el reingreso de los fabriqueros.


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Foto:Fede Mihojevic