Sindicales
14/3/1996|485
El convenio Fiat-Smata ya se aplica en SEVEL (Palomar)
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Como viene explicando pormenorizadamente Prensa Obrera, el convenio Fiat-Smata es la piedra de toque de una escalada patronal contra las conquistas de toda la clase obrera argentina. Mucho antes del asentamiento de la Fiat en el país (previsto para operar en 1997), ya las patronales mecánicas y metalúrgicas invocan el acuerdo podrido de José Rodríguez con los italianos para avanzar en la esclavización de los trabajadores y la destrucción de los convenios.
En Sevel Palomar este proceso ha dado un salto, tras el acuerdo firmado por Macri y la UOM estableciendo suspensiones y el “compromiso” de no despedir hasta el 31 de marzo. Macri sufre un inexorable retroceso como productor automotríz a raíz de la conjunción de la crisis de la industria y los acuerdos entre Argentina y Brasil, privilegiando a los pulpos automotrices con terminales en ambos países (Sevel pierde la representación de Fiat), y pretende zafar parapetándose en la línea Peugeot y procurando incrementar la explotación absoluta de los trabajadores de Sevel, en la misma línea del acuerdo Fiat-Smata.
- En materia de “horario variable”, mientras este acuerdo plantea un preaviso para cambiar o ampliar el turno del trabajador (desorganizando su vida y la de su familia), en Sevel esto se aplica con 24 horas y ¡hasta en el día! No hay derecho al pataleo, so pena de suspensión o ‘arreglo’ (despido).
En muchos casos, implica perder los micros y tener que pagarle 1 peso a los truchos.
- El acuerdo con la UOM eliminó el comedor, con la reducción a 6 horas y su reemplazo por puertas de expendio de comida de baja calidad, y por supuesto no se repone para los que trabajan 8 o más horas.
- “Limpieza” de los supervisores para adaptarse al trabajo en ‘cédulas’ y control mutuo de los trabajadores (botonaje), previstos en las acuerdos del Smata con Fiat y GM.
- De las dos empresas de limpieza sólo subsiste la que atendía las máquinas (propiedad de Nilo García, miembro de la CI y dirigente de la UOM Caseros). Ahora les toca a los operarios la tarea de limpiar.
- Violación práctica del “compromiso” de no despedir; la empresa presiona a los compañeros para ‘arreglar’, a un ritmo de 10 a 15 compañeros por día, bajo amenazas de suspensiones hasta el 31 de marzo y después rajarlos.
- “Tercerización” de sectores enteros de fábrica con contratados a salarios de hambre.
Mientras la burocracia no sale de su cueva, la fábrica es una usina de rumores, a cual peor. El 26/2, recomenzaron las suspensiones y se habla de centenares de despidos para después del 31/3.
Pero todavía falta la ‘perlita’: la reducción salarial; el convenio Fiat-Smata contempla 3,71 para el operario múltiple, que en Sevel cobra 4,78 pesos. Esto implica despidos y “recontratación” del personal.
En la planta el temor comienza a dejar paso tímidamente a la idea de que “estamos jugados”, pero no hay una orientación.
De aquí la gran recepción en las secciones que han tenido los dos volanteos masivos del PO en puerta de fábrica, planteando la posibilidad de derrotar el pacto infame sobre la base de la movilización, unida de las principales concentraciones obreras, y la necesidad de una campaña nacional para derogar el convenio Fiat-Smata.
El reciente triunfo de Mercedez Benz, imponiendo la reincorporación de 150 compañeros tras una sucesión de asambleas, muestra que es posible torcerle la mano a la patronal. ¡Cuánto más una acción mancomunada de los sectores afectados!
Con esta perspectiva, hay que avanzar en la organización:
¡Ningún despido!
¡No a la rebaja salarial!