Sindicales

21/11/1996|520

El cuadro político

El movimiento multitudinario contó con la iniciativa de trabajadores y jubilados que le imprimieron su impronta a la movilización. Las ‘jornadas de luto’, los cortes de calles, las ocu­paciones y las batucadas, las marchas al edificio central, son fruto de esa inspiración. Loe apara­tos de los gremios se han visto conminados a ‘poner la cara’. Tanto ATE, como UPCN o UTI, han sido incapaces de cualquier iniciativa de lucha en todo este periodo de crisis de la obra social. Juegan incluso un papel divisionista a la hora de centralizar la lucha. Al punto de que el miércoles hubo dos actos, 5.000 personas concen­tradas desde temprano en la sede central, fueron llamadas a desconcentrarse por UPCN, después de un breve acto, antes de que una columna similar, convocada por ATE en otra cita, arribara al lugar. De no ser así 10.000 manifestantes habrían copado el centro de la ciudad simultánea­mente.


Las más diversas fuerzas están tratando de posicionarse en el conflicto con la intención de sacar alguna tajada. Según La Nación (2/11), en algunas ocupaciones de la Capital ha intervenido la Iglesia, a través de los curas ‘villeros’. En la delegación VIII, de San Martín, no estaría ausen­te la mano de Barrionuevo, “veterano aspiran­te a colocar gente de su confianza en la presidencia del PAMI”. Por su parte, la UCR envió a Moreau y al ex titular del PAMI, Armendariz, a la concentración. A este último ATE le cedió la tribuna. Y hasta sectores del gobierno intervinieron; Cañero y Bauzá enviaron sus ad­hesiones (Página 12,14/11).


Las cámaras patronales de prestadores de medicina privada, también cabalgan sobre el conflicto tratando de mejorar la oferta de Marko­vic, que les propone una quita del 60%- en la refinanciación de los 600 millones que les debe PAMI.


Distintas versiones indican que diferentes fracciones del gobierno luchan a brazo partido para imponer su propio control, y el de sus consul­toras, en el suculento negocio de la privatización y en la ‘mordida’ de los créditos del Banco Mundial.


Unas asambleas de más de 100 ‘autoconvocados’, que se reúnen semanalmente, son hasta el momento lo más representativo de los sectores movilizados. ATE-CTA y la Coordinadora de Jubilados, tratan de cooptarlos para su línea de reda­mar al Parlamento la normalización de la institu­ción, bloqueando, hasta el momento, cualquier medida de nacionalización del conflicto, de organi­zación por la base e, incluso, de unidad entre esta lucha y la del ANSeS (800 despidos), a pesar de sufrir un ataque similar bajo la batuta del minino ‘liquidador´ Markovic.


Las maniobras burocráticas tienen el límite de la magnitud y profundidad del movimiento. La lucha recién comienza. El gobierno no tiene otra política que la del Banco Mundial, avanzar en la privatización, el deterioro de las prestaciones y los despidos, exacerbando el enfrentamiento con jubilados y prestadores La debilidad del gobier­no menemista y la crisis creada en la burguesía y la burocracia alrededor del control del PAMI, profundizaran el conflicto.


Impulsar una asamblea de delegados elegidos en todas las sedes y sectores, y extenderla a todo el país, ayudará a organizar el plan de lucha y permitirá tomar medidas de generalización del conflicto, a sectores crecientes de la población: piando lucha de paros progresivos, con ocupación de los edificios, hasta la renuncia de Markovic.