La generación de fuentes de trabajo en Córdoba está prácticamente paralizada, en el mejor de los casos. La afirmación surge de acuerdo la última medición del Indec que arrojó un 8,3% de desocupación, apenas un 0,4% por debajo del registro realizado el año pasado por el mismo organismo. La tasa de desempleo cordobesa es una de las más altas del país.

Cabe tener en cuenta que el Indec obtiene un informe al dividir a la población entre personas económicamente activas (PEA) e inactivas (PEI), de acuerdo a la voluntad de trabajar o buscar empleo. En este punto vale tener en claro que el organismo considera con trabajo a quien haya trabajaron al menos una hora la semana previa a la encuesta.

Es decir que el Indec presenta la falta de trabajo registrado como una “subocupación”, que envuelve a un amplio sector de trabajadores con menores ingresos. En este cuadro, quienes gobiernan presentan el dato como uno de los registros más bajos del desempleo en la última década.

Sin embargo, el empleo informal en Córdoba se ubicó en 33,7% al cierre del segundo trimestre del 2023, un 1,3% más que el promedio nacional. Esto es lo que explica que la supuesta mejora laboral es sobre la base de un aumento del trabajo no registrado, con remuneraciones cada vez más lejos de la canasta familiar.

Además, el registro oficial marca que quienes tienen trabajo registrado quieren trabajar más, puesto que con lo que perciben nos les alcanza. La caída del poder adquisitivo, y un cuadro de precarización impactan de lleno en el bolsillo de lxs trabajadorxs.

Quienes gobiernan y la oposición patronal no tienen un programa para generar fuentes de trabajo garantizando derechos laborales de la clase obrera. Muy por el contrario, coinciden en impulsar reformas que apuntan a bajar ingresos y en solidificar un cuadro de precarización laboral.

El Polo Obrero con la Unidad Piquetera viene dando una lucha por la generación de trabajo genuino, y por aumento del salario mínimo. Se trata de dos ejes programáticos íntimamente ligados, porque las patronales se valen de la falta de trabajo para pagar menos de los que corresponde.

Por eso, este 27 de septiembre la Unidad Piquetera volverá a salir a las calles por un salario mínimo que cubra la canasta familiar. La pelea contra el ajuste de Massa y el avance de la derecha se libra ahora y en las calles. En este punto un congreso de trabajadores ocupados y desocupados sería un gran paso adelante en la perspectiva del paro general para derrotar el ajuste gobierne quien gobierne.

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