El Frente de Izquierda Unidad presentó en la Cámara de Diputados un proyecto de Ley de Intercosecha y contra el trabajo temporario en el campo. El mismo plantea que el trabajador rural perciba en los meses en que se produce un receso estacional una suma equivalente al salario básico del peón rural, hoy en 107.000 pesos, financiado con un impuesto a la gran propiedad agraria. También propone la continuidad de la obra social, que actualmente se le corta al trabajador y su familia, manteniendo los aportes a cargo de las patronales.

Para poner fin al trabajo temporario se propone terminar con los monocultivos de exportación mediante la reconversión productiva hacia cultivos alternativos, ya que el trabajo temporario no es algo natural, sino que obedece a la lógica de lucro de los capitalistas agrarios.

Durante la presentación se pudo escuchar las denuncias de los trabajadores rurales presentes de la vendimia mendocina y el citrus tucumano, quienes relataron la gigantesca precarización laboral, con un 65% de trabajo informal, un 20% de trabajo infantil, con ingresos por debajo de la línea de indigencia y sin poder acceder a un plan social si están en blanco. Las compañeras y compañeros describieron las condiciones aberrantes de trabajo: a destajo, jornadas de 12 horas, sin baños. También describieron las múltiples afecciones laborales por las tareas de carga de canastos y cajones sin fajas protectoras, así como los constantes accidentes y la exposición a toda clase de alimañas. Frente a esto, el proyecto plantea la creación de comisiones de seguridad e higiene electas por los propios trabajadores, a razón de un delegado/a cada veinte trabajadores/as con poder de veto hasta que se den las condiciones de seguridad e higiene necesarias para poder realizar sus trabajos sin riesgo para su salud.

En su intervención junto a los diputados del Frente de Izquierda Unidad, Romina Del Plá, diputada nacional por el Partido Obrero, afirmó que “mientras vemos los enormes beneficios y subsidios que reciben los sectores patronales de la actividad agrícola y exportadora, hay miles de trabajadores de la cosecha que cobran salarios de miseria y trabajan en las peores condiciones, sin acceso a sanitarios y en condiciones de semiesclavitud. El proyecto que hoy presentamos plantea avanzar el reconocimiento integral en el período intercosecha, la registración laboral y el reconocimiento de todos los derechos laborales conquistados”. Agregó, además, que “se trata de una reivindicación de larga data entre las y los cosecheros de todo el país, que es también tomada por los compañeros desocupados del Polo Obrero, que agrupa a numerosas compañeras y compañeros de la actividad, fortaleciendo la unidad entre ocupados y desocupados, y poniendo un freno a la superexplotación laboral y al trabajo semiesclavo”, concluyendo que “son fundamentales los procesos de organización y lucha que se han desarrollado en varias provincias para conquistar esta ley y mejorar las condiciones de trabajo. Son los gobiernos nacionales y provinciales, de ambos lados de la grieta, los que avalan el trabajo no registrado y mantienen un salario mínimo y planes sociales de indigencia. Ninguno de los partidos capitalistas, sometidos al FMI, van a dar respuesta a las problemáticas que plantearon los trabajadores. Esta audiencia refuerza nuestro compromiso con la lucha y la organización de los trabajadores y con los métodos de lucha en las calles, única garantía para conquistar esta ley”.

En la audiencia intervinieron compañeras y compañeros cosecheros del Polo Obrero de Mendoza y Tucumán, como parte de un extendido trabajo nacional que abarca varias provincias. Intervino Benjamín Ramírez, secretario general de la delegación de Uatre Ledesma, y Samuel Huerta, de autoconvocados de la uva de Cafayate, entre otros trabajadores de la actividad de distintas provincias. La ley intercosechas, destacó Del Plá, será impuesta con la lucha, con la organización del sector y con los métodos del clasismo contra la burocracia sindical. Es una bandera de lucha, de ello dependerá su progreso parlamentario, como ocurre con todas las reivindicaciones obreras frente a los gobiernos del ajuste y del FMI.