Sindicales

6/10/2022

El gobierno reconoce la caída de los salarios, y con ellos cae el consumo

Las remuneraciones estables que mide el Ripte cayeron 2,6 puntos en agosto y acumulan dos meses de desplome.

Cae el consumo.

El gobierno acaba de actualizar el índice Ripte del mes de agosto, que mide la evolución de los salarios estables, arrojando una suba del 4,6% contra una inflación del 7%. Se trata del segundo mes consecutivo a la baja, que impacta sobre la caída en el consumo de las familias obreras.

En el mes de julio los salarios habían perdido 2,1 puntos porcentuales contra la inflación, desestimando la tesis del gobierno de la recuperación salarial y de las actualizaciones paritarias por arriba de la suba de precios: algo que quedó al desnudo con la lucha del Sutna (neumático) por una paritaria que le gane a la inflación.

Para el mes de agosto el promedio salarial del Ripte, que supone la medición del sector “mejor posicionado” del movimiento obrero, alcanzó los $155.611. Se trata de una suma que representa alrededor de $127.600 de bolsillo (una vez restados los aportes) y que apenas supera la canasta básica de pobreza ($119.757).

Estos datos coinciden con las mediciones realizadas por las consultoras privadas que dan cuenta de una caída del consumo masivo, impulsada por el deterioro en el poder adquisitivo de los salarios.

Según la consultora Focus Market el consumo registra una contracción del 7,3% interanual, acumulando una caída del 2,6% en los ocho primeros meses del año. Desde la Federación Argentina de Supermercados (Fasa) señalan una retracción del consumo entre 4 y 5% en las unidades vendidas en la medición interanual.

El Índice de Nivel de Vida de los Trabajadores (INVT), que elabora la Fundación Libertad y Progreso, también registra un deterioro del 1,9% en el poder adquisitivo de los consumidores, tomando en cuenta la evolución de los salarios privados registrados y no registrados.

Para darse una idea clara del impacto de esa política de ajuste, que recae sobre los salarios e ingresos obreros, la canasta familiar que mide la Junta Interna de ATE-Indec asciende a los $192.651 para el mes de agosto: $45.000 más del salario de bolsillo promedio del sector registrado.

Esta situación corresponde al impacto de las medidas adoptadas por el gobierno en términos de satisfacer los reclamos del FMI, con liberación e precios y tarifas y un lanchazo a los salarios. La consultora LCG coloca el promedio de los acuerdos paritarios en un 72%, lo que coloca a la mayoría de las negociaciones salariales por debajo de la inflación.

La lucha de los trabajadores del neumático del Sutna, y su victoria, cobra un especial sentido, desnudando la política de ajuste del gobierno y extendiendo el debate salarial a todos los gremios, con la premisa de que si se da la pelea se puede ganar.

La recuperación del consumo de las familias obreras debe partir de una recomposición general del conjunto de los salarios, ubicándolos por arriba de la canasta familiar. Algo que va de la mano de la recuperación de direcciones sindicales independientes y de lucha y de un programa económico que rompa con las medidas del FMI y establezca las prioridades de los trabajadores.