El gran fraude de Baradel

La burocracia celeste se autoproclamó ganadora por el 70% de los votos frente al 30% de la Multicolor en las elecciones provinciales.


Nunca creímos esto, pero ahora tenemos las pruebas del delito.


Allí donde los fiscales multicolor pudieron actuar, en 32 distritos, la votación es diametralmente diferente: el 70-30 se achica a un 52% versus 43%, lo que expresa el enorme avance del clasismo.


Pero el 70% es todavía engañoso, porque se trata de un promedio. En los distritos no fiscalizados, la Junta Electoral acusa una índice de votación del 82%, cuando en los distritos fiscalizados votó el 50% aproximadamente. En las urnas no fiscalizadas la Celeste ganó con el ¡93%! de los votos emitidos. Fantástico.


Ilustremos con algunas localidades. En 25 de Mayo, sobre 197 empadronados y 186 votos emitidos, 179 votaron a la Celeste y 5 a la Multi. En Baradero, sobre 284 y 255, respectivamente, 245 votaron a la Celeste y 9 a la Multi. En Chacabuco, de 273 y 253, respectivamente, 247 votaron a la Celeste y 4 a la Multi; en Chivilcoy, de 765 empadronados y ¡760 votantes!, 727 lo hicieron por la Celeste y 18 por la Multi, y así de corrido. El “fervor cívico” máximo se registró en Navarro, seccional en la cual hubo asistencia casi perfecta de votantes. Sobre 164 empadronados votaron 161, con 160 votos celestes y cero votos para la Multi (¡!).


Como señalamos en el balance electoral al día siguiente del comicio, la única votación válida es aquella donde se pudo fiscalizar adecuadamente. Baradel ha seguido el viejo método de la CTA contra el clasismo. A su turno, fue la medicina que bebieron las dos fracciones en las que se dividió la central de centroizquierda.


Si computamos las irregularidades de padrón preexistentes, y las seccionales en las que se ganó por poco e impugnaron urnas a medida para usurpar la victoria, San Martín y Echeverría, estamos ante un fraude de conjunto.


Resulta llamativo que, salvo uno o dos casos, en todos lados tuvieron que admitir votos de la Multicolor, lo que indica que hubo votaciones, seguramente superiores y en todos los distritos. No parece exagerado decir que es el comienzo del fin de esta burocracia sindical.