Los trabajadores del Hospital Francés han retomado su plan de lucha.

Luego de haber impedido el vaciamiento y cierre del Hospital, obligando al gobierno a impulsar una ley de expropiación que lo integra al Pami (que ya tiene media sanción por el Senado), los problemas de los trabajadores se han ido agravando.

La ley no dice nada de la situación de los trabajadores. Pero disposiciones paralelas pactadas por Ocaña, la gerente K. del Pami, con la burocracia sindical de ATSA, a espaldas de los trabajadores, anuncian el pase de más de 200 compañeros a otras dependencias estatales (despidos encubiertos) y una reducción salarial del 45%.

Mientras presiona para que se vayan del Hospital los 200 compañeros, la nueva intervención de Castrillón-Ocaña tomó a 30. ¿Son punteros y amigos del poder? ¿Se deja de lado personal experto para tomar a ahijados?

Al mismo tiempo, progresa el cierre de servicios (Pediatría, etc.) y se incrementa el ritmo de trabajo de ciertos sectores de circuitos cerrados y enfermería de pisos, poniendo incluso en riesgo la atención de la salud y hasta la vida de los pacientes. También se pretende que los trabajadores de ciertos sectores (rayos, laboratorio, etc.) dejen la relación de dependencia para transformarse en factureros autónomos (monotributistas).

Es por esto que los trabajadores del Francés, en una asamblea general, resolvieron retomar su plan de lucha. Esta semana comenzaron con paros de dos horas por turno, que se transformaron en asambleas y cortes de calle con gran eco en la barriada. En los piquetes se cantaba masivamente: “En la Rosada hay una banda de delincuentes, baja el salario, lo paga en negro, es el gobierno del patotero”.

La intervención patronal K. del Francés trata de dividir a los trabajadores, enfermeros y profesionales médicos, enfrentando a unos con otros. El plan de lucha pretende unificarlos.

Reclaman:

No a los traslados y despidos. Reincorporación de los 8 compañeros despedidos.

No al recargo de trabajo a enfermeros: dos pacientes por enfermero en Terapia, cinco en piso.

No a las rebajas salariales. Que se pague lo adeudado. Que se pague en blanco. Por un salario mínimo igual a la canasta familiar (2.400 pesos).

Regularización de los aportes jubilatorios (no depositados por más de siete años).

Desprocesamiento de los compañeros.

El Partido Obrero llama a todos los vecinos y trabajadores de la barriada de Once-San Cristóbal a apoyar esta lucha. Junto a la agrupación Asis ha lanzado una campaña sobre el gremio de la sanidad para denunciar a la burocracia antiobrera de Daer que pacta a espaldas de los trabajadores.