Sindicales

6/10/1994|429

El Mas (también el Pts) del lado de Zanola

En el último número de Prensa Obrera explicamos que ante las próximas elecciones bancarias de la Seccional Buenos Aires “hicimos un frente con el CTA”, al que considerábamos como un triunfo político, a pesar del carácter frenador de la política de la burocracia del CTA, la que por otra parte siempre se negó a cualquier frente con la izquierda en bancarios. La ventaja de esta lista única es que da una posibilidad de derrotar a Zanola, esto en condiciones de una elección muy polarizada. Un triunfo antizanolista sería un avance para los bancarios y abriría una experiencia con el CTA, cuya cúpula “se encuentra, decíamos, mucho más cerca de Zanola que del clasismo”.


En este cuadro, las posiciones del Mas asombran por su infantilismo. El Mas opina, por ejemplo (Solidaridad 482), que dada la gran desafiliación existente en el gremio “(las elecciones) no van a ser una herramienta que sirva a los bancarios para tener nuevos dirigentes al servicio de sus necesidades”. Y recomiendan hacer (se acordaron ahora) “una campaña por el voto de todos los afiliados”.


Pero si en la Seccional Buenos Aires revistan unos 90 mil bancarios, admitiendo una desafiliación del 50% o del 60%, todavía serían 45 mil o 36 mil bancarios los que participarán en las elecciones, a los que deben agregarse los jubilados. No es un hecho menor. Los bancarios no afiliados verán como un hecho político importante esta elección sólo si las corrientes combativas del gremio saben aprovechar el campo de esta lucha para abrir una perspectiva de derrota de Zanola.


Los sindicatos fluctúan en su afiliación según las alzas y retrocesos de la lucha gremial y de clases. En la mayoría de los países son minoritarios en relación a la masa obrera. En bancarios, la burocracia ha llevado adelante un proceso de vaciamiento sindical, pero aún no ha surgido un proceso de organización diferente de los trabajadores que permita desechar la lucha dentro del sindicato. El Mas pone como condición para la lucha electoral contra Zanola, una afiliación del 100% (actitud que no tuvo en elecciones anteriores con desafiliaciones parecidas), un verdadero fetichismo sindicalero. El Mas le miente, además, a su propia base. Porque participó en todas las gestiones por la constitución de una lista de oposición, firmó afiches y volantes hasta que decidió abrirse sin mayores explicaciones, sembrando la lógica sospecha de que lo hacía por una cuestión de “candidaturas”.


Y algo, por lo menos, de esto debe haber, porque el artículo del Mas cita más de una vez la escasez de candidaturas que ofreció el CTA en la lista Azul-Grana (la lista única de oposición).


Sobre el Pts, una mención. Como siempre, esta fracción morenista se cae a la derecha. Dice (Rebelión Nº 58) que la existencia de estatutos no proscriptivos “… sería la única forma de comenzar a pelear contra la flexibilización, …etc”(!). La lucha contra la ofensiva capitalista es reducida a una cuestión estatutaria.


¿Por qué no proponen un petitorio para que el Congreso trate, dentro de 12 o 24 meses, un proyecto de ley de modificación de los estatutos sindicales, como lo están haciendo con la Cnea?