Sindicales

9/12/2010|1158

El pacto social antipiquetes arrancó con huelga y piquete

La presidenta Cristina Fernández encabezó, hace un poco más de una semana, el acto de firma del Acuerdo Nacional de Promoción del Diálogo Social en la Industria Hidrocarburífica. El acuerdo fija un esquema para la resolución de controversias que surjan entre los gremios y las compañías petroleras, bajo la tutela de los gobiernos nacionales y provinciales. La cláusula central del pacto social petrolero es un dispositivo contra las huelgas, cortes de ruta y bloqueos, en forma expresa como nunca antes.

La jefa de Estado festejó la firma del acuerdo con la tenebrosa broma “si cortan una ruta, los mato, los meto a todos presos”.

Duró poco…

El paro lleva al momento de este artículo seis días. Fueron tomadas instalaciones en Cañadón Seco y otras localidades, y ya está parada la producción petrolera en su totalidad en zona norte de Santa Cruz. Otro tanto ocurre en Chubut. El Sindicato del Personal Jerárquico endureció las medidas anoche y, al mediar el día de hoy (6/12), YPF no permitió que las pymes y contratistas sigan prestando servicios con normalidad. Hasta ese momento, el personal petrolero estaba siendo asistido por los supervisores desde la provincia de Chubut, ya que las zonas de producción de Cañadón Seco, Caleta Olivia, Las Heras y Pico Truncado estaban sin la supervisión local por las tomas de las bases operativas de YPF.

Ante los fuertes cruces, que trascendieron hasta los medios, entre YPF y el gremio Jerárquico, donde ninguna parte mostró signos de timidez, generó que el personal jerárquico comenzara a irrumpir con piquetes de huelga en las tareas de perforación y en las cuadrillas de tareas especiales que aún prestaban servicios sin problemas.

Similar al destino final de los recorredores de producción, asistentes de producción y recuperación secundaria, a quienes los bajó del yacimiento la misma operadora.

YPF aseguró que el sindicato jerárquico ha quebrado el acuerdo de paz social, que se acordó en Buenos Aires junto a empresas, gremios, gobierno provincial y nacional. Mientras que el gremio asegura que YPF no cumple con lo rubricado, refutando así las críticas que la operadora ha publicado en solicitadas.

Por lo pronto, el paro de 30 días que tuvo el gremio de petroleros convencionales, que concluyó el pasado 2 de noviembre, se continúa con el de jerárquicos -hasta las últimas consecuencias, aseguran, al reafirmar que están dentro de la ley, reclamando sólo lo que les corresponde en cuanto a aumento de salarios.

Para esta semana, se anunciaba otro pacto para el sector minero. Estos serían los modelos a seguir en las demás ramas de la industria y la producción, tanto para la CGT como para la CTA.

La cosa no empezó bien. Hay que impulsar asambleas, en todos los gremios de la actividad, porque no hubo mandato para firmar nada, el pacto tiene que ser desconocido. Por su parte, los compañeros tercerizados, que lucharon bravamente en diferentes etapas, tienen una nueva oportunidad para reorganizar filas y reclamar el pase a planta siguiendo la ruta del Ferrocarril Roca.