El paro del 31 y el rol del clasismo


En Tucumán el paro del 31 fue contundente. Paró el transporte, los trabajadores del Estado, los hospitales, bancarios, varios sindicatos industriales, los sindicatos docentes enrolados en la Ctera (Atep y Apem). En el caso de Fotia, la zafra aún no comenzó (se está en la etapa de alistamiento de las fábricas), la orden burocrática fue no parar, pero en el caso del ingenio San Juan, los trabajadores ya dentro de fábrica se enteraron que un trabajador había sido despedido, por lo cual se decidió, en asamblea, parar, frente a lo cual la patronal tuvo que recular y reincorporar al compañero.


En la Universidad se paró masivamente.


Las burocracias actuaron arrastradas por los acontecimientos. La CGT apareció a último momento en la conferencia de prensa. La burocracia de algunos gremios, como Atep o Apem llamó a parar, cuando semanas antes firmaron convenios paritarios completamente entreguistas, evitando en todo momento consultar o adoptar alguna medida de lucha.


La convocatoria del paro nacional se transformó en una gran banda ancha por donde se canalizó el descontento general con los salarios y la precarización laboral.


En este contexto, sólo desde Adiunt, el sindicato que agrupa a la docencia universitaria, se le dio alcance y contenido al paro y con bastante antelación; en asamblea, se decidió impulsarlo y que la jornada debía tener carácter activo, para lo cual se convocó a estudiantes y trabajadores a un acto unitario frente al Rectorado. Adiunt ya venía de cumplir un paro de 72 horas y el 31 estaba previsto una reunión paritaria local.


En ese escenario, en un primer momento la CTA (Micheli) como las agrupaciones estudiantiles de izquierda, plantearon que acompañarían el acto de Adiunt, pero a 48 horas del paro, decidieron darle la espalda y realizar un corte en el puente Lucas Córdoba, uno de los accesos a la ciudad, a partir de las 9 horas, donde realizaron un acto paralelo del que participaron el MST, el PCR, el PTS y la CTA.


A pesar de este sabotaje y en medio de un diluvio, Adiunt garantizó su acto, que contó con la presencia de varias delegaciones: PO, Tribuna Docente, Darío Santillán, sectores estudiantiles. El acto fue abierto por el dirigente del PO Daniel Blanco y fue cerrado por el secretario general de Adiunt, Ariel Osatinsky, que planteó que el paro debía tener continuidad y llamó a impulsar un plan de lucha nacional. Así lo planteamos desde la Naranja en la asamblea general que sesionó 24 horas después del paro y que votó transformar en un paro activo, el paro nacional de una semana convocado por Conadu Histórica para el 13 de abril. La asamblea votó también parar y movilizar el miércoles 8 de abril sobre la Asamblea Universitaria, exigiendo que se aprueben de una vez por toda la Carrera Docente y otros reclamos pendientes de la docencia universitaria tucumana.