Sindicales

10/8/1988|236

Docentes de Rosario

¿El PC quiere un frente de izquierda?

A escasos días de la realización del Congreso de CTERA, fueron convocadas en AMSAFE elecciones para congresales y asambleas por departamento para discutir mandatos en referencia a ese congreso. Para el frente de “Unidad para la Lucha” (integrado por toda la izquierda del gremio, con excepción del Mas), estaba planteada una importante batalla en torno a los principios que soldaron su formación en oportunidad de las elecciones seccionales: la lucha consecuente por las reivindicaciones docentes, y la independencia y denuncia de los agentes del Estado en el gremio, comenzando por la burocracia y garcettista. Continuar en este camino significaba, ahora, una campaña unitaria de impugnación del fraudulento Congreso de Mar del Plata.

Sin embargo, y a pocas horas de la presentación de listas, la Aníbal Ronce (PC) quebró al frente antiburocrático con una burda maniobra: pretendió imponer de modo ultimatista las candidaturas congresales para retirarse luego de las negociaciones cuando las restantes corrientes rechazaron su criterio.

Muy pronto, el activismo pudo conocer el “móvil” de semejante crimen político: en la asamblea departamental donde se discutieron los mandatos congresales la “Aníbal Ponce” fue junto a los celestes la única corriente del gremio que no denunció al congreso burocrático. Se llegó al extremo de que un activista tuvo que reclamar a viva voz, “que la Aníbal Ponce se pronuncie”, lo que fue respondido con un pétreo silencio por parte de los voceros de esta agrupación en la Asamblea.

Ante la quiebra del frente, “Tribuna Docente” presentó su lista avalada y votada por algunos compañeros de la propia Aníbal Ponce y de la comente “Almafuerte” y por la mayoría de los independientes que, en su momento, conformaron el frente.

El viraje derechista del PC marchó a contramano de las tendencias del gremio: el garcettismo sufrió una debacle electoral, cosechando menos del 20% de los votos. Pero la atomización de la izquierda benefició a la vieja burocracia liberal, que obtuvo casi el 50% de los 2700 votos emitidos. La izquierda, a través de sus tres expresiones (Aníbal Ponce, Tribuna y Alternativa Docente- Mas) reunió 700 votos, de los cuales 170 correspondieron a Tribuna.

El activismo rosarino debe sacar todas las conclusiones de este proceso político: es necesario romper con el divisionismo proburocrático, y comprender que la “unidad para la lucha” sólo tiene bases sólidas sobre la independencia respecto de los agentes del Estado en el gremio. Hoy, este principio exige una vigorosa campaña contra el intento de la burocracia garcettista por regimentar a la docencia, y a sus agrupaciones de base.