Sindicales

9/6/2005|903

El plan de lucha del SMATA: Los mecánicos volvieron a la Panamericana

El paro de 48 horas y el corte de rutas de los trabajadores mecánicos crearon una nueva situación en el plan de lucha del Smata. Los paros y movilizaciones fueron masivos y combativos.


En Ford, quince días atrás, se había resuelto, contra la burocracia, la continuidad del trabajo a reglamento. También la decisión de parar 48 horas fue más lejos de lo que la burocracia planteó en un principio, que era un paro de 24 horas. Luego de la jornada del 6, la burocracia abrió una nueva tregua a pedido del gobierno, hasta el lunes 13, edulcorada con la expresión “no vamos a gastar toda la pólvora en 48 horas” (José Rodríguez a la salida de Mercedes, La Nación, 8/6).


La semana anterior el Smata Córdoba había firmado un convenio con VW que descerrajó una crisis en el seno de la burocracia. El acuerdo involucra por ahora a la planta de Córdoba (fabrica cajas de cambio para exportación, está fuertemente reactivada y posee personal altamente calificado), que fija un salario bruto de 2.100 pesos para la categoría más baja, sin adicionales ni antigüedad (el acuerdo establece un plus por única vez de 1.800 pesos y otro tanto sujeto a productividad en dos cuotas, una ahora y otra en marzo del año que viene, fija además un aumento del 15,7% para el mismo mes de marzo de 2006, período durante el cual rige la “paz social”). El acuerdo unilateral “causó malestar en la cúpula nacional del Smata.


En realidad, el “plan de lucha” del Smata jamás pretendió ser nacional ni unificar al conjunto de los trabajadores mecánicos detrás de un reclamo común, aunque la burocracia hizo una gran operación mediática con el planteo de 2.000 pesos de básico para el nivel 4, una categoría promedio.


Aunque el “capo” de Adefa haya caracterizado como “insostenible” el re clamo del Smata, los pulpos automotores están en condiciones de afrontar un reclamo mucho mayor por los descomunales beneficios que están recibiendo, incluidas las devoluciones en cuotas de las deudas con las automotrices por el Plan Canje. Antes del inicio del plan de lucha, el gobierno había dejado trascender la promesa de devolución del saldo del Plan Canje (326.448.039 pesos) y un subsidio equivalente al 6% del valor de las piezas de automotores de producción local.


En un plan de lucha regimentado han aparecido los primeros signos de intervención obrera.