Los compañeros municipales de General Sarmiento han logrado imponer un retroceso al gobierno provincial, que tuvo que poner el dinero para pagar parte de los salarios adeudados.La decisión de mantener y profundizar las medidas de fuerza y la movilización, la combatividad de los trabajadores de las reparticiones y de los hospitales y la denuncia de la política de miseria social de los Menem-Cavallo-Duhalde-Ortega, fueron la clave de este avance, aunque la pelea recién comienza.

La responsabilidad principal es de Duhalde, que “con lo que sobra paga salarios, jubilaciones y proveedores” (Página/12, 25/6). De acuerdo al ministro de Economía, Remes Lenicov, a pesar de los 600 millones de dólares del “Fondo del Conurbano”, se “tendrá un déficit de 250 millones de dólares” (Ambito Financiero, 5/6).

Duhalde está en un rápido proceso de “angelocización”.

Según explican La Nación (11/6) y Ambito Financiero (5/6), Duhalde pretende la aplicación de una “reforma laboral que tenderá a desalentar y restringir la figura del maestro y a reducir la estructura jerárquica del escalafón docente” y recortar en un 10% el presupuesto educativo: “Son 2.300 millones de pesos anuales los que van a parar a Educación. El 10 por ciento de ahorro de esa cifra resolvería el problema”. Es decir, atacar al conjunto de la población trabajadora.

La división de los distritos, organizada por Duhalde, es el paso final del abandono de las poblaciones a su propia suerte: los distritos que puedan responder por la riqueza de su población, podrán mantener las necesidades de su comunidad, y los que no, se hundirán en la marginalidad.

El camino es la profundización y la extensión de la lucha al conjunto de los trabajadores y de la comunidad de nuestro distrito.