La conducción de AGTSyP levantó las medidas votadas por el cuerpo de delegados, que relanzaban el plan de lucha con paros de todas las líneas, para este jueves 9 de febrero en reclamo del doble franco, la fecha de recambio de flota contaminada y el incremento del personal necesario. Y lo hizo a cambio de una nueva mesa de negociación bajo condiciones totalmente patronales.

Este conflicto arrastra meses de “diálogo” y negociación sin que se haya obtenido ninguna respuesta patronal. Por eso, el clima previo al plenario de delegados que resolvió pasar a la acción marcaba una tendencia clara en las consultas realizadas a la base a favor de la propuesta de profundizar con paros de 2 horas de todas las líneas -mocionada por la oposición- luego de una extendida ronda de medidas de baja intensidad (aperturas de molinetes y mini-paros), que no modificaron la intransigencia patronal.

Aquí fracasó una primera trampa de la conducción que propuso una votación por delegados para intentar encolumnar a los afines e imponer una mayoría automática. Aún bajo esta modalidad (1 delegado=1 voto), la mayoría de los delegados presentes reflejaron con su voto la predisposición de sus bases a luchar (en varios sectores se realizaron asambleas y consultas previas) derrotando la moción oficialista que consistía en no hacer nada hasta marzo -excepto usar remeras para visualizar el reclamo.

Derrotados en esa instancia, la directiva levantó las medidas por la solicitud patronal de aplicar el protocolo “anti-huelga” firmado por la AGTSYP, desconociendo la soberanía de las asambleas y el voto de la base en favor de un “protocolo de tratamiento de conflictos” que implica tres semanas de “diálogo” después de las cuales tampoco se pueden tomar medidas que interrumpan el tráfico. O sea, que prohíbe las huelgas.

La oposición rechazó fuertemente el acta que establece el bono salarial, justamente por la introducción en la misma de ese protocolo antiobrero que pretende bloquear la acción gremial directa y el derecho de huelga.

Si en la primera aparición del protocolo en 2018, la directiva se justificó planteando que nunca se iba a aplicar, ahora son ellos los que directamente lo ejecutan como herramienta para levantar una lucha votada. La directiva ha dado un paso de fuerte adaptación a la derecha. Con esta acción, la directiva realiza un gran aporte, en un año electoral, a los políticos capitalistas, a Larreta y al Frente de Todos para no agitar las aguas y contener las tendencias combativas que cuestionen el ajuste pactado con el FMI.

El paro de la línea C del martes 7, por un intento de la empresa de utilizar formaciones contaminadas, revela la contradicción creciente entre las tendencias combativas de los trabajadores del subte y la orientación “antihuelga” de la AGTSYP. El 41% que recogió la oposición Multicolor en las recientes elecciones del sindicato fue también un registro de este proceso.

Declaramos todo nuestro apoyo a los compañeros y compañeras de la Línea C y exigimos lo mismo al sindicato.

Que se respete el plan de lucha votado.

Que se retire la firma del protocolo antihuelgas.

 

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