Sindicales

29/5/2015

El PTS profundiza sus falsedades y provocaciones


El PTS acaba de publicar una nota (ver ID 28/05) que es una verdadera “cloaca” contra La Naranja y el PO. Si bien la presenta como una respuesta al artículo de la Naranja La política suicida” y “criminal” de la Bordó-PTS (PO 1.364) no solo no responde la cuestión de fondo, sino que ratifica lo que allí denunciamos.


 


Su único aporte a la clarificación del debate es que revela la autoría intelectual de la repudiable campaña de provocaciones y falsedades que desde hace dos meses (léase bien: dos meses) llevan adelante contra La Naranja Gráfica y particularmente contra los trabajadores de Morvillo.


 


Agrega, además, nuevas mentiras y provocaciones.


 


Donnelley-WC: la adaptación al discurso K


En un escrito de más de 16 mil espacios nada contesta el PTS sobre su adaptación al ongarismo y al gobierno. Tal como hizo en el conflicto de Donnelley la consigna "Patria o Buitres" eliminó de un plumazo la denuncia a la burocracia y al gobierno.


 


Por ejemplo, en un mamarracho político, denuncian a título personal a la fiscal que ordenó el desalojo. Para el PTS se trata de una fiscal que "resultó ser bastante fascistoide". Aparentemente nada tiene que ver la infantería Scioli, el candidato del gobierno, justamente quien acaba de ser reconocido en la cena de la UIA por Sacco, representante de la cámara gráfica en la entidad, como “el próximo ajustador”.


 


El PTS acusa a la Naranja de llevar adelante la "política canalla de no haber realizado ninguna medida seria de lucha". Atacando a los trabajadores que en AGR, Ipesa y Morvillo que pararon decenas de trabajos de Worldcolor enfrentando los intentos y presiones patronales, que se acrecentaban por la completa parálisis del sindicato y la Bordó frente el hecho de que varios talleres vienen realizándolos sin mayores problemas.


 


En lugar de preparar al taller contra la patronal, el gobierno y la burocracia, busca enfrentar a los trabajadores de Worldcolor con los máximos aliados de esta lucha y quienes más han hecho por su conflicto en el gremio, lejos. Los trabajadores que vienen parando la impresión de decenas de millones (si, decenas de millones de pliegos) que luego se imprimen como si nada por otro lado, y que deben soportar que se los acuse de “no hacer ninguna medida seria” (¡!) o incluso de “patronales” por no aceptar ir, una fábrica sola, al paro indeterminado por solidaridad. 


 


Mientras tanto el PTS no responde por qué rechazaron – tanto ahora con WC como antes con Donnelley- todas las acciones en común que les propusimos! Es más, en un extremo del ridículo justifican haber marchado por separado al sindicato.


 


El artículo que propusimos para el debate enumera una por una las acciones que desestimaron en pos de "ser orgánicos", o sea, mantener su alianza con la directiva del sindicato. Pregunta el PTS: "¿qué tienen que hacer los trabajadores mientras tanto?" (en referencia a esa ausencia de un plan de lucha de gremio que nunca denuncian). Primero desenvolver una campaña, una agitación, en la base del gremio para superar esa falta. No lo hicieron.


Y luego bloquear los talleres que imprimen sus trabajos. ¡La Naranja les propuso hacerlo en común! Y nunca respondieron. Pero, insólitamente reclaman que eso lo haga nuestra agrupación sola.


 


La trampa del PTS


El PTS pretende seducir a los lectores distraídos o aquellos que no están empapados en el conflicto y presenta el bloqueo a la planta de Morvillo como una acción de lucha contra la patronal. Pero, en este caso, lo importante es lo que tratan de ocultar. El piquete en Avellaneda fue el episodio más álgido de toda una política de provocaciones, porque fue, sobre todo, una acción de extrema y sistemática hostilidad contra los trabajadores de Morvillo a quienes se reclamaba un paro por tiempo indeterminado en nombre de que ambas plantas pertenecen al mismo grupo (QuadGráphics). Cuándo en este taller paró reiteradamente los intentos de imprimir producción de Pilar. Y ese rechazo fue objeto de enormes tensiones con la patronal.


 


En la nota, el PTS pretende torpemente enmascarar que junto a la directiva del sindicato, firmaron en las actas ministeriales que en Morvillo se imprimen trabajos de WC. Pega una voltereta en el aire y cae mal parado. El artículo dice que WC "está desviando los trabajos a otros talleres a través de la firma Morvillo". Mientras en las actas del ministerio declaran que "la empresa deriva trabajos afuera, en su gran mayoría los ha derivado a Morvillo, empresa del mismo grupo". En la nota de ID dicen sin embargo que “nos limitamos a no hacer sus trabajos”. Mentira sobre mentira. Así construye sus provocaciones el PTS.


 


Otra falsedad repudiable es negar que la interna de Morvillo paró la planta cuando comenzaron los aprestos represivos, el día anterior al desalojo (las máquinas que aún seguían con produciendo y otros sectores como Mantenimiento) y le planteó a la patronal que haga retirar a la policía. La decisión de parar, intensificó las disputas internas contra los delegados que, repetimos, tuvieron una conducta ejemplar saliendo a enfrentar la represión. Los trabajadores de Morvillo también pararon y se movilizaron masivamente en una gran columna de 400 obreros  a la puerta del sindicato por la paritaria y ante la convocatoria de acreedores que recae sobre ambos talleres, allí arrancamos el compromiso del plenario de delegados y de una movilización del gremio. La Bordó rechazó nuestra propuesta de movilización común y citó otra movilización… al otro día!


 


Tras el paro ante la represión, el propio Anselmo Morvillo forzó una reunión con todo el personal (sin la interna, que la rechazó) para amenazar que “iba bajar la persiana también acá” si seguían negándose a trabajar. Mientras tanto, los delegados reprimidos afuera, recibieron insultos y hasta amenazas desde las filas de la Bordó.


 


Las infamias como método


El método del engaño como construcción política tiene poco vuelo. El PTS en un exabrupto político justifica la campaña en las redes sociales de falsedades y ataques a los trabajadores de Morvillo, achacables – dice la nota – “a la bronca y la impotencia de las trabajadoras y trabajadores de Worldcolor”. “Nosotros no compartimos MUCHAS VECES el contenido de algunos comentarios… de algunas/os compañeros activistas… PERO entendemos que son producto de su indignación y falta de experiencia política”. Esos “comentarios” como los llama el PTS son en realidad una furibunda sarta de ataques que llegan al extremo de decir que la interna arregló la represión con la policía. Y esto es suscripto y festejado por militantes del PTS.


 


En cambio, la comisión interna de Morvillo invirtió horas y dedicó asambleas enteras a explicar pacientemente a sus compañeros que la respuesta violenta a las provocaciones no era el camino y nunca cayo en las provocaciones. Una diferencia abismal entre el clasismo y una secta intrigante.


 


La nota de LID tiene, como no podía ser de otro modo, un largo párrafo dedicado a Néstor Pitrola, a quién se acusa de no haberse acercado a Pilar o a algunas de las acciones que se hicieron. Pero cómo ya explicamos la hostilidad vienen de lejos. En la primera audiencia en el Ministerio, por ejemplo, La Naranja acompañó con una importante columna y al finalizar nos recriminaron ¡no haber estado antes en Callao y Corrientes! Un verdadero despropósito.


 


Y lo que finalmente motivó la respuesta, que el PTS critica, es que luego de haberse expuesto a la represión junto con los trabajadores de WC (todavía hoy, uno de los delegados de Morvillo intenta reponerse de las quemaduras por el gas), cuándo por esa actitud clasista de la interna, la patronal y un grupo de opositores salieron “a matarlos”, la campaña de infamias lejos de ceder se acrecentó.


 


La bronca que recorre a la planta de Avellaneda tras las provocaciones y hostilidades es muy grande. La consigna acicateada por la interna de WC y la Bordó-PTS en la puerta: "cierra WC y cerramos Morvillo" generó genuinamente un repudio masivo de parte de los trabajadores de Avellaneda.


 


Como señalamos antes, en WC, el PTS-Bordó repite la línea de adaptación a la burocracia seguida en el conflicto de la ex Donnelley. Por eso desechó toda acción general, de cara al gremio y al gobierno. El artículo de LID lo confirma plenamente: en 16 mil espacios vuelven a omitir toda crítica a la ausencia de parte del ongarismo de una iniciativa general y al Ministerio de Tomada, el socio de los asesinos de Mariano Ferreyra,  que solo maniobra para permitir despidos y arreglos sin mover un dedo  para garantizar la continuidad de la empresa.


 


Las calumnias son funcionales a esta política.


 


Hay que redoblar los esfuerzos para impulsar al gremio a la lucha contra los despidos y los cierres; por la continuidad de WC y todos los puestos de trabajo, por la reapertura de Poligráfica y la expropiación de la ex Donnelley (hoy MadyGráf).