En las vísperas del anuncio presidencial que extendería la cuarentena hasta fines de mayo, habiendo estado expuestos desde el minuto cero de la pandemia y con nuestras mochilas de reparto al hombro, este viernes 8 la lucha de los repartidores dio un salto exponencial.

Tras semanas de acciones coordinadas con ocho países en una organización genuina y de las bases, los trabajadores de reparto salimos nuevamente a la calle a realizar una tarea esencial, esta vez, para nosotros mismos. La convocatoria de la última Asamblea de Trabajadores de Reparto movilizó cientos de repartidores en toda la Argentina, con un peso especial entre riders de las principales apps y caravanas en las capitales de distintas provincias.

Con esta acción, le demostramos a las empresas (y al Estado, que tampoco las garantiza) que deben atender nuestras exigencias cada vez más urgentes durante la pandemia y que la reserva de lucha que tenemos es enorme. Desnudamos a los sindicatos de conducciones burocráticas como cáscaras vacías que responden a intereses ajenos a los de los laburantes, e hicimos conocer a la población nuestro reclamo de trabajar en condiciones dignas y seguras.

Pero lo más importante fue demostrarle al conjunto de trabajadores precarizados que hay una perspectiva más allá de la resignación. Este es el comienzo.

El activismo que viene creciendo en la ciudad de Buenos Aires se dio cita en el Obelisco y en el transcurso de horas más de un centenar de bicis y motos concentró la atención de los medios. La caravana recorrió las principales avenidas del microcentro porteño recibiendo el apoyo popular desde balcones, negocios y medios de transporte, sumando a su paso trabajadores de reparto que abandonaron sus tareas y se sumaron a reclamar por sus derechos.

Plantamos bandera en la sede de la Dirección Nacional de Relaciones del Trabajo donde rápidamente, ante la tremenda presión social que logramos concentrar, fueron recibidos dos compañeros de la Agrupación de Trabajadores de Reparto (ATR). Allí presentaron las cuatro resoluciones principales de la asamblea nacional: aumento del 100% en el pago; elementos de higiene y seguridad; justicia por Emma y Franco y ART para los trabajadores de reparto; y la reincorporación de los despedidos, cese de suspensiones y bloqueo de cuentas. Dicho mandato fue recibido por la Secretaría con el compromiso de la apertura de un expediente para su seguimiento, que dependerá lisa y llanamente de que nos mantengamos activos para hacer valer nuestros derechos.

Este método logró reproducirse en distintos puntos del país, logrando también ser recibidos voceros del movimiento en Mar del Plata y en La Plata en dependencias de los gobiernos municipales. También participaron del paro trabajadores organizados de otras provincias: Santa Fe, Catamarca, Río Negro, entre otras.

Una mención especial merece Córdoba, donde una manifestación espontánea de trabajadores de reparto en torno a otras reivindicaciones culminó con cuatro detenidos en vísperas del paro. Su liberación y desprocesamiento fueron consignas que sumamos íntegramente a las movilizaciones y frente a cada relevamiento mediático. Nos ponemos enteramente a disposición de aquellos laburantes que sean víctimas de represión, más aún en ámbitos de protesta por nuestros derechos. Si tocan a uno, nos movemos todos.

Desde ATR queremos felicitar a todas y todos los trabajadores de reparto, que hoy comprenden la tremenda necesidad de organizarnos desde abajo por nuestras condiciones laborales. Siendo voceros de este movimiento que crece en todo el país, vamos a difundir masivamente toda la información y herramientas de organización a quienes la requieran para sumarse a esta pelea que recién empieza.

Llamamos a todes a construir una Agrupación de Trabajadores de Reparto nacional, democrática y de lucha, para llevar nuestros reclamos hasta la victoria.