Sindicales

14/6/2023|1670

El salario en la agenda de la lucha… y de las elecciones

Escribe Néstor Pitrola

Movilización docente en Jujuy

Prensa Obrera ha reflejado las grandes huelgas docentes en media docena de provincias, en varias pasando por encima de las burocracias, y en el caso de Jujuy confluyendo con los estatales y bancarios, con movilizaciones de masas al igual que en Salta contra las disposiciones legales antipiquetes en esas provincias. Los gobernadores-patrones involucrados comprenden todo el arco de los políticos capitalistas: los paros multicolores contra Kicillof, los 60 días de paro de Adosac contra Alicia Kirchner, los paros jujeños contra el radical Gerardo Morales, los salteños contra el renovador massista Sáenz, contra otro massista como Arcioni en Chubut o contra Larreta por parte de Ademys y en algunos casos de UTE. Habría que sumar el paro general de Amsafe contra el narcoestado santafesino, pero que también más atrás paró por los salarios, entre otras provincias, como Córdoba, donde la dirección de la UEPC fue fuertemente cuestionada por la base con movilizaciones masivas.

La UOM amenaza con paro siderúrgico y la UTA decretó paro general para el 13 de junio. Antes de todo esto, Conadu H llevó adelante todo un plan de lucha levantado por su dirección frentetodista. La CTA Autónoma se vio obligada a decretar un par de paros, que como siempre en ATE son de dudoso cumplimiento, pero paros al fin. Son puntos de ruptura del cepo enorme que la CGT y todo el sindicalismo burocrático ha impuesto, a partir de la integración de todas sus alas al Frente de Todos, ahora subordinados a Massa y su ajuste dictado por el FMI. La subordinación llegó a punto tal que Palazzo, de la Corriente Federal, picara en punta en el año con el cumplimiento de la pauta anual del 60% en las paritarias.

Naturalmente, todo voló por los aires cuando la inflación prevista ahora por el REM del Banco Central alcanza al 149%. En este marco volvió al primer plano la paritaria del Sutna, que arrancó un aumento que llegará al 130% en el período julio 22/junio23, diez puntos arriba de la inflación real, cualquiera resulte, porque a los aumentos arrancados en los ocho primeros meses del año se suma el gatillo de los últimos cuatro meses, desde marzo hasta junio. Semejante antecedente de este sindicato clasista resulta intolerable para las patronales y Bridgestone ha salido a golpear a los trabajadores como una contraofensiva nada inocente por el dominio en fábrica y ante la nueva paritaria que arranca, en la que los obreros del neumático defenderán el poder adquisitivo de sus salarios. El gran problema de todo, absolutamente de todo el movimiento obrero.

Se impone el paro nacional docente y coordinar para arrancarlo, claro. Se impone una campaña por reapertura de paritarias, y aumentos y cláusulas gatillo, por supuesto. Y, desde luego, un paro nacional y un plan de lucha estaría en el orden del día cuando la inflación va en ascenso y estamos además ante un cuadro de devaluación que muchos asimilan a un Rodrigazo, como el de 1975 que desató la huelga general. Por eso hay que impulsar asambleas y plenarios con mandato para quebrar el cepo burocrático.

Todo esto es así. Pero es también una cuestión del debate electoral. De una u otra manera, todos los sectores de la burguesía se refieren a algún tipo de plan de estabilización, incluso el peronismo que está en el gobierno, pero ni siquiera piensa en encararlo por falta completa de espalda política, dividido como está para llevarlo adelante, solo pretende que no estalle la crisis al menos hasta las elecciones y, en lo posible, hasta fin de mandato. La derecha, en todas sus variantes y aún en la enorme crisis por la que atraviesa Juntos por el Cambio, plantea una devaluación vía levantamiento del cepo, más o menos gradual, vía legalización bimonetaria o vía dolarización total, más o menos gradual, como condición previa de una estabilización. Es decir que parten de un nuevo y letal ataque al salario como punto de partida.

Quienes planteamos una salida desde el campo de los trabajadores, que significa una reorganización económica y social integral, con las medidas para terminar con la inflación originada en la deuda y la timba financiera, en los subsidios al capital vía privatizadas o vía exenciones impositivas al capital, para terminar con la especulación devaluacionista de los exportadores, con las maniobras fraudulentas basadas en la brecha cambiaria con los dólares financieros, mediante la apertura de libros al control obrero, tenemos nuestro propio plan anti-inflacionario desde la lucha por un gobierno de trabajadores. Pero ese plan anti-inflacionario, al contrario que para los capitalistas, tiene por punto de partida un salario equivalente a la canasta familiar, la jubilación del 82%, el fin del trabajo en negro, la vigencia irrestricta de los convenios colectivos poniendo fin a la tercerización y al falso monotributismo que encubre la superexplotación obrera, al igual que un salario mínimo vital y móvil que cubra la canasta básica y la universalización de los planes sociales a todos los desocupados.

Por eso, nuestra lista electoral, que promueve la intervención de la clase obrera en la crisis, que expresa las huelgas salariales y al movimiento piquetero que lucha como nadie por el trabajo y contra el salario mínimo de indigencia, pone al salario en la agenda de la lucha y de las elecciones.

https://prensaobrera.com/politicas/la-inflacion-de-mayo-fue-de-78-y-ya-acumula-un-422-anual