Sindicales

2/12/2016

El señor Manguel y su desquiciado apriete a los trabajadores

El director de la Biblioteca Nacional amenaza con despidos por conversaciones privadas en Facebook.


El director de la Biblioteca Nacional Alberto Manguel, según parece, no sólo considera que la Biblioteca es un ámbito que le pertenece personalmente, sino que también querría extender su dominio a las opiniones y la vida privada de los trabajadores de la institución estatal. Así se desprende de las denuncias de los trabajadores, cuyas comisiones internas de UPCN y ATE se declararon en “estado de alerta y movilización” luego de que demandara al personal jerárquico (mediante un mail titulado: “Incidente inaceptable”) que reconviniera a empleados que habían realizados posteos en sus cuentas personales de la red social Facebook. Manguel explicó: “Tienen dos opciones. O se dejan de entorpecer nuestras tareas comunes por medio de alarmas y acusaciones repetidas sin fundamento, o buscan trabajo en otra parte. Este es un país libre y nadie está obligado a permanecer en una institución que juzgan fraudulenta”. El episodio no sólo muestra un exabrupto autoritario por parte de Manguel, sino que exhibe una amenaza velada de despidos por expresar opiniones que no son las del director de la Biblioteca.


Los hechos se sucedieron así. Luego de que Manguel concediera una entrevista a La Nación en la que el texto periodístico señalaba que la sección de archivo era “un proyecto que Manguel puso en marcha y que lo llena de orgullo”. Una trabajadora publicó en su cuenta personal de Facebook que en realidad la sección cumplía ya diez años y que el propio Manguel se había ocupado de despedir a 7 de los 14 trabajadores del sector, que fueron reincorporados luego de una larga lucha. El post, al que Manguel llegó de alguna manera, provocó su enojo y la velada amenaza de despidos –o la directa incitación a la renuncia– de quienes opinan distinto que él.


En la Biblioteca Nacional Manguel ocupa el cargo de director –con sueldo equivalente al de un secretario de Estado, es decir, de alrededor de 150 mil pesos– y tiene las funciones de representar a la patronal estatal. Ninguna patronal tiene el derecho de revisar las cuentas personales de sus trabajadores y mucho menos amenazar con que deben dejar de trabajar allí si la tónica de los posteos privados siguen con esa direccionalidad. El “estado de alerta y movilización” decretado por las organizaciones sindicales de la BN debe ser solidarizado y difundido y la actitud del director de la Biblioteca merece el repudio al autoritarismo patronal.