Sindicales

8/8/2020

El sindicalismo combativo convoca a un plenario nacional para el 12 de agosto

Por un programa obrero y un plan de lucha frente a la crisis sanitaria y la ofensiva patronal.

Foto: Juan Diez, Ojo Obrero Fotografía

El Plenario del Sindicalismo Combativo (PSC) realizará su tercer encuentro nacional el 12 para resolver un programa de emergencia de salida a la crisis al servicio de los trabajadores, entre cuyos puntos se encuentra el no pago de la deuda externa y el repudio al pacto con los bonistas. Para unificar y fortalecer todas las luchas en curso, el PSC votará también una nueva jornada nacional de lucha.

Colonia sí, patria no

El planteo del PSC es la contracara de toda la burocracia sindical, que ha salido a festejar el pacto colonial del gobierno nacional. Héctor Daer, uno de los secretarios generales de la CGT, felicitó al gobierno “por el acuerdo alcanzado con los acreedores para la renegociación de la deuda. Es un acuerdo clave, que da lugar a la sustentabilidad y desarrollo de nuestro país”, frase que concluyó con la canallada de “sin postergar al pueblo”. La mesa chica de la CGT, oficialmente, también aprobó la entrega antiobrera y antinacional de la reestructuración de la deuda usuraria e ilegal.

Hugo Yasky lideró a los “combativos” de la Corriente Federal. Con una afirmación, más cerca a la  confesión que al elogio,  afirmó:  “una vez más un gobierno peronista viene a resolver la deuda de quienes están asesorados por grandes Ceos de empresas multinacionales y que con sus recetas llevan a la Argentina a situaciones de colapso”. Yasky  asumió así el papel histórico de pagador serial del nacionalismo burgués. También aplaudió Sergio Palazzo, el secretario general de la Bancaria –“el pacto genera confianza en aquellos que quieran invertir en Argentina”-, desde un ángulo completamente patronal. La CTA Autónoma, de Hugo “Cachorro” Godoy, que cuenta con  Claudio Lozano como director del Banco Nación, convalidó con el silencio.

Más miseria y más flexibilidad laboral

La convocatoria del tercer plenario nacional (en este caso virtual) del PSC hace especial hincapié en denunciar la ofensiva patronal en curso, que las consecuencias del acuerdo bonistas-gobierno agravarán. Tanto para los bonistas como para el FMI el acuerdo es papel mojado si no va acompañado de un plan de guerra para que lo paguen los trabajadores.

En tanto, Daniel Funes de Rioja, presidente de la Copal (cámara patronal de la alimentación) y vicepresidente de la UIA, salió a pedir que el Estado se haga cargo de los despidos del sector privado cambiando indemnizaciones por seguros de desempleo. Este planteo es general de toda la clase capitalista y un nuevo ataque a los trabajadores ocupados y desocupados, que son un eje de la lucha del PSC. La reforma laboral, que la burocracia sindical ha aceptado aplicar convenio por convenio, busca llevar las condiciones laborales un siglo atrás, junto a una reforma previsional que elevará los años para jubilarse y la reducción de los porcentajes en los montos de los beneficios y de su actualización.

Un programa obrero y un plan de lucha

En el plenario del 12 de agosto, del cual participarán el Sutna, la AGD-UBA, la seccional de la Unión Ferroviaria de Haedo, Ademys, varios Sutebas Multicolores, dirigentes de la minoría opositora de la directiva de Foetra, el Sindicato de Ceramistas de Neuquén, las CTA’s antiburocráticas de Mendoza y Santa Cruz, las seccionales y minorías multicolores de Aten, dirigentes de la Cicop, el Polo Obrero y el Frente Piquetero Nacional,  entre muchos otros, actualizará su programa de intervención a la luz de lo llevado a cabo por  la lucha de los sindicatos, seccionales y comisiones internas que lo integran, y de la experiencia de todas las batallas desplegadas por los trabajadores bajo esta pandemia.

La disolución histórica de toda la burocracia sindical en el gobierno refuerza más que nunca la necesidad de un canal de organización independiente de los sindicatos, y cobra cada vez más relieve el papel del PSC.

Prohibición de despidos, ocupación de toda fábrica que cierre y estatización bajo control obrero. Reparto de horas. Asistencia estatal a las gestiones obreras y recuperadas. Paritarias y salarios ajustados por inflación. 82% móvil de haber jubilatorio. Seguro universal de 40 mil pesos. Desmantelamiento del aparato de represión. Fuera el ejército de los barrios. Aparición con vida de Facundo Castro. Fuera Berni. Sistema único de salud , nacionalizando el sector privado, tanto la rama de servicios como los laboratorios. Protocolos obreros en defensa de la salud de todos los trabajadores, elaborados y supervisados por comités de seguridad e higiene electos en cada lugar de trabajo. Contra la entrega de la salud por parte de la burocracia sindical. Abajo el acuerdo con los bonistas de entrega de los recursos nacionales. No al pago de la deuda externa. Ruptura con el FMI. Impuesto progresivo a las grandes rentas y fortunas, para recaudar 15 mil millones de dólares para asistir la emergencia sanitaria y económica.

Estos son algunos de los puntos que se pondrán en debate y resolución, basamento para una jornada nacional de lucha y un plan de acción que le permita a la clase obrera abrir un rumbo para que la crisis la paguen los capitalistas.