La movilización, convocada por el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), contó con una destacada presencia de trabajadores del Grupo 23, pero también de la Fatpren, Télam, BAE, El Cronista, Radio Nacional, Clarín, entre muchas otras empresas periodísticas. En la cabecera de la manifestación hubo integrantes de diversas organizaciones políticas y sindicales que se hicieron presentes, así como también diputados nacionales y legisladores porteños. Entre ellos, Néstor Pitrola, Pablo López, Myriam Bregman, Marcelo Ramal y Gabriel Solano.

El gobierno nacional, que se apresta a una entrega histórica al capital financiero con el aval del Congreso, se niega a conceder a los trabajadores del Grupo 23 inclusive el paliativo de los Repro. Apuesta a reventar un conflicto que se ha transformado en uno de los más profundos del período. Los trabajadores de Radio América han superado los 50 días de paro y los trabajadores de Tiempo Argentino llevan cerca de un mes de permanencia en el edificio de la empresa. Los compañeros reclaman que la deuda del estado nacional con el Grupo 23 en concepto de pauta publicitaria vaya al pago de los sueldos adeudados y a asegurar la continuidad laboral de los compañeros.

El cuadro de despidos en el gremio se completa con los 136 que se produjeron en CN23 (para encontrar un antecedente semejante hay que remontarse a 1998 en Telefé), que el vaciador Szpolski vendió a Cristóbal López, los despidos masivos en el Grupo Crónica y en Crónica TV. En Radio del Plata, el atraso en los sueldos es grave. Asistimos a una ofensiva patronal de características generales.

El conflicto del Grupo 23 es políticamente instructivo, puesto que las patronales kirchneristas que se enriquecieron con la pauta publicitaria oficial proceden hoy al vaciamiento de las empresas con la complicidad del Ministerio de Trabajo y el gobierno macrista.

Corresponsal